El momento tierno por excelencia de los últimos días los tienen como protagonistas a él –un padre– y a ella –su pequeña hija–. Noticia viral que reclama lágrima fácil, el proyecto que ambos encauzaron se desperdigó como reguero de pólvora en la esfera internetiana y, desde entonces, hasta los corazoncitos más cínicos han postergado el sarcasmo para dedicarle una sentida mirada. Sin más preámbulos, el asunto: Ben Nunery es un hombre de 34 años –oriundo de Cincinnati, Ohio– que se casó con Ali, una maestra de primaria, en 2009. Vivieron felices y comieron perdices, pero sólo por dos años: en 2011, la señora enfermó de un raro cáncer de pulmón y pasó a mejor vida. Del fugaz romance quedó una criatura, Olivia, nena de ambos.

Para superar la “montaña rusa de sensaciones” en la que el hombre admite haberse montado desde que su media naranja murió, el viudo ha decidido mudarse, pero no sin antes aprovechar las escenografías que compartió con su finada esposa. Y hete aquí la novedad: repasando los lugares donde posó con Ali para sus fotos de nupcias, Nunery decidió rendirle póstumo homenaje recreándolas con Olivia. Con su cuñada fotógrafa –Melanie Pace– gatillando los craneados momentos, el resultado ha dejado a los usuarios patidifusos: “¡Hermoso!”, dijeron algunos. “¡Un pañuelo, por favor!”, proclamaron otros. Mientras, Ben se limitó a dar notas donde expresó que la idea sólo intenta construir “preciosos recordatorios del pasado” en oposición a “dolorosos apuntes de pérdida y dolor”. Ay, el corazón con agujeritos...