PáGINA 3
No en nuestro nombre
› Por Daniel Link
Con la firma de más de cuatro mil intelectuales y artistas de los Estados Unidos, el pasado 19 de septiembre fue publicada una solicitada en el New York Times cuyo título, “Not in Our Name”, es un llamado a la resistencia contra la guerra.
Susan Sarandon, Kurt Vonnegut, Robert Altman, Gore Vidal, Marisa Tomei, Jane Fonda, Oliver Stone, Laurie Anderson, Noam Chomsky, Edward Said y Brian Eno son sólo algunos de los nombres del movimiento que se dio a publicidad por primera vez el pasado 6 de junio y que planea, para los próximos 6 y 7 de octubre, marchas y concentraciones en las principales ciudades norteamericanas. La lista completa de adherentes puede consultarse completa en Internet en el sitio www.nion.us, donde además se reciben adhesiones.
El texto es un llamamiento a resistir las políticas de guerra y represión del gobierno de George W. Bush promovidas desde el 11 de septiembre del año pasado.
“No en nuestro nombre (Llamamiento de intelectuales y artistas estadounidenses contra la guerra)” comienza diciendo: “Que no se diga que en Estados Unidos la gente no ha hecho nada cuando su gobierno ha declarado una guerra sin límites y ha instaurado nuevas medidas represivas”. Bajo el título “Represión Injusta e Inmoral” se lee: “Invitamos a los estadounidenses a resistir contra la guerra y la represión que han sido lanzadas sobre el mundo por la administración de Bush. Es injusta, inmoral e ilegítima. Decidamos hacer causa común con los pueblos del mundo. Contemplamos con angustia los terribles acontecimientos del 11 de septiembre del 2001. También hemos llorado las miles de víctimas inocentes y nos hemos horrorizado ante la terrible carnicería, que nos ha traído a la memoria escenas similares en Bagdad, Panamá o, hace una generación, en Vietnam. Como millones de estadounidenses, nos hemos preguntado cómo es posible que algo así haya ocurrido”.
“Pero mientras el dolor estaba apenas en sus comienzos, las más altas instancias han desencadenado su espíritu de venganza. Han acuñado una consigna simplista: ‘buenos contra malos’, que inmediatamente ha sido adoptada por medios de comunicación sometidos y acobardados. Nos han dicho que el mero hecho de plantear preguntas sobre estos terribles sucesos rozaba la traición. No debía haber debate alguno. No había lugar para dudas éticas o políticas. La única respuesta posible era la guerra en el exterior y la represión dentro de casa.”
Luego el texto utiliza “In Our Name” como estribillo para denunciar la política de la administración republicana: “En nuestro nombre, la administración Bush, con la casi unanimidad del Congreso, ha atacado Afganistán y se ha arrogado, junto con sus aliados, el derecho de destruir fuerzas militares en cualquier lugar y momento. Las brutales repercusiones se han hecho sentir desde Filipinas hasta Palestina, donde los tanques y las topadoras israelíes han trazado un terrible sendero de muerte y destrucción. Y el gobierno se dispone ahora a emprender una guerra total contra Irak, país que no tiene ninguna relación con los hechos del 11 de septiembre. ¿Qué clase de mundo será éste si se permite al gobierno de Estados Unidos lanzar comandos, asesinos y bombas donde quiera que se le antoje?”.
“En nuestro nombre, el gobierno ha creado en Estados Unidos dos clases de ciudadanos: aquellos a los que al menos se les prometen los derechos básicos del sistema legislativo y aquellos que ahora no parecen tener derecho alguno. El gobierno ha arrestado a más de mil inmigrantes y los ha encarcelado en secreto y sin límite de tiempo. Centenares de personas han sido deportadas y centenares siguen en prisión.”
Bajo el título “Unidad para enfrentar el desafío”, los cuatro mil firmantes se comprometen a luchar contra las políticas que denuncian: “Mostraremos nuestra solidaridad con las palabras y la acción. Los firmantes de este llamamiento invitamos a todos los estadounidenses a unirse a este desafío”. “Aplaudimos y apoyamos las propuestas en curso, a la vez que reconocemos la exigencia de hacer mucho más para poner fin a esta locura. Nos inspiramos en la decisión de los reservistas israelíes que, asumiendo un riesgo personal, declaran que hay un límite y se niegan a servir en Gaza y en los territorios ocupados.”
“Nos inspiran numerosos ejemplos de resistencia y conciencia que nos ofrece la historia de Estados Unidos: desde los que combatieron la esclavitud hasta los que pusieron fin a la guerra de Vietnam incumpliendo órdenes, negándose a incorporarse a las filas y apoyando a los que resistían.”
“No permitamos que el mundo que nos contempla se desespere por nuestro silencio y nuestra incapacidad de acción. Hagamos que pueda sentir nuestro compromiso. Resistiremos frente a la máquina de la guerra y la represión, y haremos todo lo posible para detenerla.”