CABLE: CóMO SON LAS DOS SERIES ESTRENO DE FOX
Clásicos norteamericanos
Playmakers desnuda la sórdida trastienda del fútbol americano. Deadwood (dirigida por Walter Hill) imagina un asentamiento ilegal en tierra sioux, en plena fiebre del oro
Por Martín Pérez
Aunque siempre un poco atrás del Clint Eastwood director de westerns, desde hace dos décadas Walter Hill es el gran artífice del género fronteras adentro de Hollywood. Sin embargo, como era previsible por el desdén que el negocio actual profesa por los clásicos, hace tiempo que ni el western ni Hill significan demasiado en la Meca del cine. De hecho, muchos cinéfilos se preguntaban ya qué había sido del director de Calles de Fuego y 48 Horas, que desde Gerónimo no había vuelto a incursionar en lo que más y mejor sabe.
La respuesta la dio Fox, que desde hace un par de semanas empezó a emitir Deadwood, la serie que arrasó con los premios Emmy de este año. Ideada y producida por David Milch, guionista de Hill Street Blues y creador de NYPD Blue, cuenta la historia de una ciudad sin ley, el histórico asentamiento que sirvió de hogar a los buscadores de oro que hacia fines del siglo XIX invadieron territorio indio. Con Walter Hill en la dirección, al menos el capítulo inicial de Deadwood se reveló como una historia fascinante sobre un período fascinante: la franja resbaladiza en la que nacen a la vez el capitalismo y el derecho norteamericanos. Por allí deambulan tanto Calamity Jane como Wild Bill Hickok, este último encarnado por Keith Carradine, que asegura –al igual que otros actores como Ian Mac Shane– haber aceptado el papel porque Hill estaba involucrado en el proyecto. “Todas mis películas bien podrían haber sido westerns, así que no tuve ningún problema en aceptar este trabajo”, declaró Hill, que por esta serie ganó un Emmy al mejor director.
Favorecida por la misma libertad de lenguaje y de temática que luce Deadwood, justificada por su destino original de señal de cable, Playmakers –cuyo primer capítulo se estrenó el lunes pasado– se mete en el banco de suplentes, el vestuario y hasta en la cabeza de los protagonistas del fútbol americano, deporte número uno al norte del río Grande. Sexo, drogas, periodistas, entrenadores, jugadores en ascenso y a punto de jubilarse: nada falta en Playmakers. Y cuando vemos una aguja penetrar en primer plano en una rodilla con una enorme cicatriz, es imposible no pensar que –en vez de seguir jugando con el género policial y sus derivados– alguna productora local debería hacer algo parecido con el fútbol local y sus Niembro, sus efedrinas, sus Fassis y demás.
Playmakers va por Fox los lunes a las 22.
Deadwood, los martes a la misma hora.