DVD > TWIN PEAKS, LA MINISERIE MáS PECULIAR DE LA TV
Para algunos es la mejor serie de televisión de la historia. Para otros, la más rara. Para los de más allá, el momento en que la TV estuvo finalmente a la altura del cine. Lo cierto es que, sea lo que sea, la miniserie creada por David Lynch a comienzos de los ‘90 sobre el infierno que destapa un extrañísimo agente del FBI al investigar la muerte de una chica en un idílico pueblo norteamericano, es el único experimento que la televisión no se animó nunca a repetir.
› Por Rodrigo Fresán
En un momento de la primera temporada de Twin Peaks, el agente Dale Cooper dice: “No tengo la menor idea de a dónde nos conducirá todo esto, pero tengo la firme sensación de que será un lugar tan extraño como maravilloso”.
Y está todo dicho. No hace falta agregar nada más.
Recordar lo inolvidable: uno veía Twin Peaks sin tener la menor idea sobre qué trataba, de dónde venía y hacia dónde iba. Pero, sí, era un lugar maravilloso.
Pensar en David Lynch como en un efecto más que en un estilo. Un efecto más particular que especial. Un opiáceo más que una anfetamina. Esa sospecha de que, finalmente, todo lo que Lynch filma son secuencias oníricas de una película cuyas partes “despiertas” transcurren y se proyectan en otra parte, lejos de nuestros ojos. La sensación no es nueva –el director admite entre sus influencias películas “turbias” como Laura, ¡Qué bello es vivir!, Vértigo, Sunset Boulevard–, pero está claro que fue Lynch quien la elevó a la millonésima potencia. Y que ha subido tanto pero tanto –mientras ese enanito baila y baila– que ya no puede bajar. Qué bueno.
Y pensar en Lynch, también, como en un virus con un poder de contagio tan alto como sutil. Queda claro que la arbitrariedad argumental, el nonsense y la improvisación loca que definió a Twin Peaks no demoró en contaminar y dejar huella. Se la ama y se la odia por ello; y recordar que de los catorce Grammy a los que fue nominada la primera temporada, sólo se llevó dos: diseño de vestuario y montaje. ¿Y qué? Series como The X-Files, Wiseguy, Six Feet Under, Buffy, Northern Exposure, Picket Fences, Due South y Alias se han beneficiado de su anarquía a la hora de derribar las barreras del guión con principio y nudo y desenlace. Y sentido. Y es más: después de Twin Peaks, ciertos shows televisivos grabados mucho antes parecen influidos en reversa. En especial las viejas sitcoms y todas las telenovelas y series con nombres de lugares como Peyton Place o Falcon Crest. Y ésta es otra de las facetas del Efecto Lynch: enseñarnos a ver lo “raro” en lo normal... para, enseguida, descubrir que no hay ni habrá nada más extraño que la normalidad.
La máxima y más lograda expresión de lynchismo más allá de Lynch se encuentra en varias de las novelas del japonés Haruki Murakami, en los discos de la banda They Might Be Giants y, claro, en un formidable y cultista y críptico film de Richard Kelly titulado Donnie Darko. ¿Por qué es lynchiano este film con un conejo de ultratumba y múltiples cruces espacio-temporales? Sencillo: porque no entendemos lo que sucede y por qué está sucediendo. Y aún así...
Como bien dice Homero –frente al televisor, viendo Twin Peaks– en aquel episodio de Los Simpson: “¡Brillante! He He He He. No tengo la menor idea de lo que me están contando”.
Frases promocionales de la serie en el momento de su estreno: “¿Qué está haciendo el FBI?”, “¿Quién grabó en video a Donna y a Laura en los bosques?”, “¿Ganas de comerse un donut?” y, por supuesto, “¿Quién mató a Laura Palmer?”. Respuestas a las preguntas: “Quién sabe”, “Qué sé yo”, “Puede ser”, y lo más importante de todo: “A quién le importa”.
EL PUEBLO
“No intenté que Twin Peaks fuera realista: es una especie de pueblo mítico. Es adonde uno va a las 10 de la noche simplemente para flotar y ver qué va a pasar. La historia gira alrededor de lo que ocurre cuando la chica más popular de la escuela es misteriosamente asesinada. Empezamos a conocer las vidas secretas de la gente del pueblo cuando un agente del FBI intenta descifrar
el crimen.”
LAURA PALMER
“Apareció por una foto. Sabíamos que íbamos a rodar en Seattle, y como era un papel sin diálogo, ya que sólo tenía que aparecer muerta, no íbamos a contratar a alguien en Los Angeles y llevarla hasta allí y pagarle viáticos y hospedaje y todo eso sólo por hacerse la muerta. Así que tenía que ser de Seattle. Miré muchísimas fotos y ¡bingo! Había una que me parecía perfecta. Hay gente que, si la ves en foto, es como un sueño, pero cuando la ves en persona el sueño se desvanece. En el caso de Sheryl Lee el sueño seguía vivo. Nadie, ni Mark Frost (el co-guionista), ni yo, ni nadie, tenía la menor idea de que su actuación iba a tener tanta fuerza sólo aparentando estar muerta.”
LA VIOLENCIA
“Twin Peaks no hubiera sido posible sin la confianza en el poder del subconsciente. En mis películas muestro pensamientos y situaciones que ocupan mi mente. Y estoy interesado principalmente en el lado oscuro de la vida, lo desconocido, lo temible. Eso conduce automáticamente a la controversia sobre la violencia. Pero estoy cansado de la perpetua discusión por la violencia en mis films. La violencia existe en nuestro mundo y hay que mostrarla. Quienes sólo quieren hablar de las alegrías de la vida y del arte de cosechar cerezas no deberían hacer películas. La gente buena es aburrida. Sólo los malos tienen estilo. Por eso es que Twin Peaks está dirigida primero que nada a un público con un sentido del humor macabro. Tampoco hace falta haber visto la serie para entender la película que hice después (Twin Peaks: Fuego camina conmigo), porque Twin Peaks está en todas partes. No es un lugar. Es una condición.”
LA TRAMA
“Siempre supimos hacia dónde nos dirigíamos. En televisión tienen nombres para todo. Como el ‘arco’ de la historia: adónde va, quién va a hacer qué, todo eso. Y tiene sentido tener un plan. Así que escribimos nuestro arco, pero era algo muy poco concreto. Lo realmente divertido es tapar los agujeros. Pero el arco satisface a los ejecutivos de la cadena.”
LA TELEVISION
“La televisión es el teleobjetivo, mientras que el cine es el gran angular. En cine se puede interpretar una sinfonía, pero en la tele uno está limitado a un chirrido. Unica ventaja: el chirrido
puede ser continuo.”
EL CINE
“Para mí, el cine es un deseo muy fuerte de casar imagen y sonido. Cuando lo consigo, tengo un verdadero escalofrío. Y la verdad es que no estoy seguro de buscar otra cosa que ese escalofrío.”
EL MISTERIO
“Lo que yo pueda decir sobre lo que he querido contar en mis películas no tiene ninguna importancia. Es como si desenterraras a un tipo muerto hace
cuatrocientos años para pedirle que
te hable de su libro.”
David Lynch
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