Dom 06.06.2010
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ARTE > LA MUESTRA DE LOS PREMIOS MAMBA

La nueva industria de lo bello

¿Qué sucede cuando conviven el arte y las nuevas tecnologías? A esa pregunta trata de dar respuesta el premio MAMbA, que ya va por su 6ª edición, y se postula como un panorama de lo que está ocurriendo en la actualidad en esa cohabitación lúdica y problemática. Las piezas seleccionadas, lejos de unificar la idea de lo que debe ser ese terreno indeciso, apuntan a que la interacción sea múltiple y diversa: instalaciones multimedia, arte interactivo, net.art, realidad virtual, inteligencia artificial, robótica y una larga lista que incluye extrañas bicicletas multifunción diseñadas en Villa Lugano y pantallas que transmiten historias mínimas que transcurren en bancos de plaza.

› Por Luciano Piazza

Todo ciudadano está expuesto a convertirse en materia de la obra de otra persona, sobre todo cuando anda por la vía pública. Cualquier imagen de una persona que se sienta a hacer una pausa al mediodía en el banco de una plaza podría ser el disparador para un relato. Si la pausa ocurre en un banco de la plaza Vicente López, enfrente del Espacio Fundación Telefónica, la persona podría transformarse en protagonista de la obra de Andrés Denegri Diálogos (en los bancos de una plaza), que resultó la ganadora del premio principal de la sexta edición de MAMbA / Fundación Telefónica, Arte y nuevas tecnologías.

La videoinstalación de Denegri se describe a sí misma como un sistema generador de ficciones. Se trata de tres pantallas que proyectan lo que ocurre en tres bancos de la plaza de enfrente de la muestra. Las escenas ocurren dentro de toda la gama del realismo que rige las acciones de los bancos de las plazas: un oficinista que saca un sandwich del tupper, dos adolescentes colegialas que hablan con fascinación en los ojos, el amo y su mascota, bebés en sus carritos. Al hecho de que desde una perspectiva específica las variables sean infinitas se le suma una finita cantidad de textos que se montan al azar sobre las imágenes. El hipnótico placer voyeurista es un gatillo de reflexiones sobre las posibilidades del relato.

Eduardo Imasaka

En el recorrido por las obras premiadas es palpable la sensación de que las obras son una intervención sobre algo que ocurre independientemente del artista y del espectador. Leo Núñez con Espacio Cambiario, segundo premio en categoría Proyectos, logra transformar el flujo de información del valor de tres monedas (dólar, euro y pesos) a patrones de comportamiento en robots con ruedas. En la sala oscura se proyecta en una pantalla el movimiento del mercado cambiario. En el piso están desperdigados los robots cuyo patrón de movimiento responde al comportamiento de cada moneda. Así los que portan luces blancas, que representan al peso argentino, intensificarán sus luces y tendrán movimientos más agresivos respecto de los que portan luces verdes, cuando el mercado se comporta de modo agresivo hacia el dólar.

Mutaciones y novedades

En el amplio espectro de las nuevas tecnologías aplicadas en el arte se puede encontrar una de las miradas más interesantes en la reflexión que se dirige a pensar el destino de la tecnología en desuso, o los usos para los cuales no fue pensada originalmente. La Parasitofonía, taller provisorio de bicis sonoras, es el proyecto por el cual Leonello Zambón se llevó una de las menciones y un aporte para desarrollar parte de sus extraños dispositivos. Con un aire que recuerda a los aparatos inventados en las producciones de Terry Gilliam, Parasitofonía reúne una serie mutante de dispositivos provisorios y móviles construidos a partir de la refuncionalización de artefactos y objetos de consumo. Los módulos combinan un precario estudio de grabación montado en una bicicleta, una cabina para DJing nómade, un pequeño taller móvil para ensamblar piezas de bicicletas y restos de motores descartados que funcionan como instrumentos de percusión. Si algún DJ se despertara en el medio de la trama de Mad Max podría acercarse a los galpones de Lugano donde Zambón trabaja en estas máquinas de supervivencia urbana post nuclear, y adaptarse rápidamente a la nueva era.

Leonello Zambon

La permanente mutación de lo que se entiende por tecnología se ensambla con la velocidad del cambio del sentido de arte para invitar a explorar un territorio, que si bien tiene una tradición de hace décadas, siempre mantiene el aspecto de la novedad. Dead underground de Carlos Trilnick, el primer premio a Obras Realizadas, es una videoinstalación que tematiza sobre las minas que hacen de la tierra un suelo intransitable. Dentro del absurdo mundo de la armas de guerra, las minas antipersonales son una categoría fértil para indagar en la irracionalidad de la tecnología aplicada a la muerte en el siglo veinte.

La creacion y el proceso

Si se quiere pensar en la reflexión que subyace a todos los artistas premiados se puede decir que la muestra de los premios MAMbA se postula como un panorama de lo que está ocurriendo en la actualidad cuando cohabitan el arte y las nuevas tecnologías. Lejos de querer unificar la idea de lo que debe ser ese terreno indeciso, la selección apunta a que la interacción sea múltiple y diversa: instalaciones multimedia, arte interactivo, net.art, realidad virtual y aumentada, mediaperformances, cine expandido, inteligencia artificial, o robótica. En la tendencia para lograr que el espectador tenga un rol más activo está la Performance de dibujo autónoma de Eduardo Imsaka, por la que recibió una mención. Se trata de un brazo mecánico que es impulsado por las radiofrecuencias en el ambiente (celulares, redes, radios), de acuerdo a la variable se definen las líneas y los trazos. Entre las menciones figura la instalación audiovisual de Christian Wloch, que además de ser un interesantísimo mecanismo que materializa la música en formas y patrones, genera un ambiente tan encantador que uno desearía encontrarlo fuera de las salas de arte, más cerca de los circuitos cotidianos.

Leo Nuñez

Las nuevas tecnologías aplicadas al arte suelen incorporar de modo más explícito el proceso de creación a la obra misma. Así se entiende que reflexione con más comodidad en torno a los límites de la obra. ¿Dónde y cuándo termina el objeto que presenta el artista? Y ¿dónde y cuándo empieza el aporte del sentido del espectador? En esa reflexión, que funciona como amable clausura de toda discusión sobre la subjetividad estética, está la posibilidad del arte de acercarse más a la circulación cotidiana, y salir de los circuitos que pertenecen a los iniciados.

La sexta edición de MAMbA / Fundación Telefónica, Arte y nuevas tecnologías se puede ver en Arenales 1540, de lunes a sábado, con entrada libre y gratuita. Hasta el 12 de junio.

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