En su quinta temporada, Portlandia sorprendió con un cambio de formato: ahora los episodios, que siguen siendo de 20 minutos, tienen un solo argumento, ya no están estructurados en sketches. El primero es la historia de las libreras feministas, que le cuentan a un periodista local cómo fue que terminaron atendiendo ese local. Un flashback a comienzos de los ’90 las muestra en Nueva York, en guerra por un puesto en una gigante editorial que está por lanzar una colección de autores mujeres. Toni (Carrie) soporta los avances de los jefes; Candance termina acostándose con el jefe mayor, un cretino que en verdad nunca iba a darles el trabajo –porque él necesita “bolas, semen”–. Las mujeres se alían y planean venganza: se hacen pasar por hombres, y una vez adentro del negocio, en un festejo con camareras en bikini, prenden fuego el barco y escapan en bote salvavidas con las mujeres que iban arriba. “¡Los niños primero! ¡Soy un niño!”, grita el que hasta entonces había estado ventilando sus intimidades con Candance. De ahí el nombre de la librería –Las Mujeres y las Mujeres Primero–, adonde fueron a parar Toni y Candance, convertidas en amigas y rigurosas feministas, para evitar posibles represalias machas. En Portland nunca las encontraron.

Portlandia se puede ver –en su cuarta temporada– de lunes a viernes a las 11.15 por I-Sat, sábados y domingos a las 7.20. La quinta temporada se estrena próximamente.