> DE LA PREVIA AL ESTRENO: MARKETING, CRíTICAS Y DECEPCIóN EN ESCUADRóN SUICIDA
› Por Mariana Enriquez
Escuadrón Suicida, la película, se estrenó hace una semana en Estados Unidos y hace tres días en Argentina, pero la experiencia Escuadrón Suicida empezó hace dos años cuando se presentó la primera foto del nuevo Joker interpretado por Jared Leto: una versión tatuada, moderna, un poco gangsta y un poco glam del Príncipe del Crimen. La anticipación responde a la manera en que hoy se publicita una película-tanque, especialmente una de superhéroes: la creación, por un lado, de una expectativa brutal y por otro de un paratexto en entregas que inunda todos los medios. En el caso de Escuadrón Suicida ese paratexto, que resultó agobiante, estuvo centrado en el Joker porque se trata del villano más importante del mundo Batman y en consecuencia de DC, la empresa bajo órbita de los estudios Warner que está fallando en su competencia con Marvel (The Avengers, Capitán América, Iron Man, Thor) y en sus intentos de hacer un cine de superhéroes más “adulto” aunque, a veces, no se comprende bien qué tono pretenden para sus criaturas y los resultados son eviscerados por los críticos, que parecen gozar en la búsqueda de calificativos demoledores e hiperbólicos para estas películas que claramente detestan. Por el otro lado están los fanboys & girls –así se llaman los seguidores más dedicados de los cómics, que discuten, rechazan o abrazan las transposiciones a cine de sus queridos personajes– que se encuentran embarcados en una batalla binaria donde es difícil saber si defienden las películas porque así lo han decidido por lealtad previa o si realmente les gustan los productos terminados: DC y Marvel es el Boca-River global.
Durante estos dos años, pasaron muchas cosas con el nuevo Joker y Escuadrón Suicida. Con la película, dirigida por David Ayer, se rumoreó primero que tendría calificación R, es decir, que los menores de 17 podrían ingresar a la sala acompañados por un adulto mayor. Se trata de la calificación más arriesgada antes de la temida NC-17, o sea la “prohibida para 18” o el equivalente de mandar la película al bombo. Finalmente es PG-13, o sea con material “cuestionable” para menores de 13 años, casi apta para todo público. Un problema teniendo en cuenta que sus protagonistas son una pandilla de villanos psicóticos en una misión suicida; dos de ellos, para colmo, Harley Quinn (Margot Robbie) y el Joker, tienen una relación romántica tóxica y sádica, por calificarla livianamente: no hay muchas maneras de aligerar esta premisa.
Como sea, a los trailers de Escuadrón Suicida les fue genial, con 180 millones de vistas en YouTube. En la versión final de la película el Joker tiene 10 minutos totales de pantalla. Es decir: Escuadrón Suicida es un trailer del Joker. Y muchas de las escenas del Joker vistas en el trailer paradójicamente no llegaron a la película.
En estos dos años, sin embargo, Jared Leto y su Joker tuvieron un protagonismo constante en ese paratexto o prefacio que, a esta altura, puede considerarse parte si no de la película, sí de la narrativa de la experiencia-cine. Una de las líneas fue tratar de descifrar, obsesivamente y a partir de los tráilers, si el Joker tendría que ver con el asesinato de Robin. Otra de las líneas fue su aproximación al personaje con actuación de “método”. Es decir: Leto interpretó al Joker durante todo el rodaje, sin recreo. Si esto es verdad o publicidad es irrelevante: sí llama la atención cuánta gente lo cree como si se tratara de una ley física y cuántos se valieron de las historias “extremas” del rodaje para acusar a Leto de “abusador” o para burlarse de él con inquina personal. ¿Qué hizo inmerso en su Joker? Obligó a que todos lo llamaran Mr. J. Le regaló una rata viva a Margot Robbie, su novia loca en la ficción. Le hizo entregar a Viola Davis (How To Get Away With Murder) un cerdo muerto. También mandó preservativos para todos, algunas balas para Will Smith (que interpreta a Deadshot), revistas Playboy pegajosas para Adewale Akinnuoye-Agbaje (Killer Croc) y unas bolas anales para el sueco Joel Kinnaman (de la serie The Killing) que mucho no se molestó ante el regalito del chiche sexual porque, meses después, estuvo haciendo escalada en roca con Leto en varios parques nacionales de EE.UU. y compartiendo otras salidas menos arriesgadas. Pero el juego del rodaje –una verdadera campaña viral– fue un boomerang y en vez de resultar divertido (o al menos diferente en un mar de conductas previsibles) se convirtió en un festival de reacciones malhumoradas, acusaciones de pretenciosidad y hasta de hombre blanco abusando de sus privilegios por el episodio del chancho y Viola Davis (que es negra y dijo que le disgustó recibir el animal muerto, como es lógico). También, claro, se puso al hombro la prensa más importante de la película, con tapas en Empire, GQ y Rolling Stone, dejando en un penoso segundo lugar a la verdadera estrella, Will Smith.
Jared Leto es un personaje extraño para Hollywood y no demasiado querido: la opinión sobre él oscila entre el fraude –a pesar de que ganó un Oscar por Dallas Buyers Club en 2013– y cierto desprecio heredado de los días en que era un galán adolescente en la muy interesante serie My So Called Life. Él es raro, esquivo, a veces altanero, a veces simpatiquísimo y demócrata y votante de Obama y liberal en el sentido amplio de la palabra pero también un frío hombre de negocios que vive en una base militar en Los Angeles, gusta de salir con chicas muy jóvenes, es amigo de Terry Richardson, fotógrafo de moda a quien muchos acusan de abusar de sus modelos, pero también de gente más “respetable” como Robert Downey Jr. y Scarlett Johansson, su última ex-novia oficial. Sam Donsky en la revista The Ringer, escribió una versión muy interesante de cómo es el Joker de Leto: “Él entendió que hay otro Escuadrón Suicida por fuera de la película, y una historia incluso mejor: todo el otro texto. Y ese otro texto incluye todas las maneras en que consumimos cine hoy: desde la especulación por el casting hasta las noticias de casting, desde los posters hasta las imágenes promocionales, los teasers, los trailers, los rumores de set, las fotos de sets, las crónicas de rodaje, los posteos en blogs, los ensayos preliminares, los tweets, los posteos de Instagram, las historias de Snapchat y más y más, todo el detritus que ha convertido a las películas en algo incidental respecto de nuestra experiencia de ellas. Jared Leto entendió que si dominaba ese texto no iba a necesitar el texto primario, la película. Si podía ser un gran villano en ese paratexto, podría ser un villano memorable”.
En cualquier caso, era ciertamente el tipo de personalidad y de actor necesario para desacralizar la canonizada actuación de Heath Ledger, a quien también se atacó mucho en su momento: hay que recordar que Ledger era muy joven (25 durante el rodaje) y muy lindo (hasta entonces ningún Joker había sido guapo: resultaba inconcebible), era australiano y venía de ser un cowboy gay en Secreto en la montaña. El Oscar póstumo, la muerte joven y una actuación deslumbrante hicieron olvidar aquellos prejuicios y tomar esa posta era una opción imposible para cualquiera. Hay quien cree que Ledger murió por culpa de la intensidad psicológica que le supuso interpretar al Joker. Leto no podía ganar ante este mito moderno y para colmo su Joker tiene un tiempo en pantalla mezquino: ni siquiera salió a la cancha.
Ahora, con los apenas 10 minutos (¿o son siete?) de Joker en Escuadrón Suicida, Jared Leto está haciendo lo que en general no hacen los actores de películas tan onerosas: rezonga. Dice que con todo lo que cortaron hay material para “una película protagonizada por el Joker”. Dice que “si se muere pronto”, la gente lo va a ver porque “eso es lo bueno cuando un actor se muere”. Hace apenas dos días Warner, casi dándole la razón, empezó a publicar fotos inéditas del backstage de la película y dibujos de la dirección de arte donde, por ejemplo, se lo ve desnudo, imágenes donde el Joker aparece más amenazante y violento que en el corte final. ¿Evidencia de la versión R de la película? ¿Todo esto es un montaje para la edición especial dvd-bluray con extras? Warner, por ahora, y a pesar de las críticas negativas, respira. La película batió records de recaudación en Estados Unidos y el mundo, 161 millones en cinco días y 326 millones en la recaudación internacional (se puede caer, le pasó a BvS, pero va bien). Entretanto, Jared Leto protagoniza vestido de Joker el video de la canción “Purple Lamborghini” de Skrillex, uno de los djs-productores de música electrónica más famosos del mundo; cuenta que se inspiró en Bowie para el personaje y que habló sobre esto con uno de los “principales guionistas de DC” –quienes estén en tema sabrán que se refiere al enorme Grant Morrison– y un fan va a llevar a juicio a Warner por “publicidad falsa” enojado por la falta de Joker en Escuadrón Suicida. Lo anunció en Reddit, la web de marcadores sociales que tiene a Jared Leto entre sus accionistas.
Si Jared Leto seguirá como Joker o no aún no se sabe: La liga de la justicia de Zack Snyder, la próxima película de DC, se estrenaría en noviembre de 2017 y el nuevo hombre del pelo verde parece que todavía no firmó su contrato. Todo indica que se avecina otra intensa previa.
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