Virgilio Palud, juez federal subrogante de Reconquista, reclamó ayer implementar una ley nacional de derribo de aviones no identificados que crucen el espacio aéreo argentino, al estar convencido de que son parte del tráfico ilegal de estupefacientes y cigarrillos. "Estoy de acuerdo con derribar aviones no identificados porque son, en definitiva, los culpables del ingreso de todos estos materiales y estupefacientes que están envenenando a nuestra juventud. Se necesita una ley que sea bien clara y que fije normas claras de procedimiento a seguir previo al derribe", sostuvo. De igual modo denunció las dificultades con las que se encuentran expuestas las fuerzas de seguridad dedicadas al combate del narcotráfico "porque los radares no sirven para nada y habría que estar en el lugar que aterrizan para detenerlos". El magistrado comparó la situación argentina con lo que ocurre en territorio brasileño "donde a ningún piloto se le ocurriría volar sin permiso porque los derriban".

De igual modo Palud aseguró que en los días previos a la realización de la Cumbre de las Naciones pudo detectar una marcada disminución de los vuelos irregulares. "Había mucho temor y preocupación que detectamos en conversaciones de pilotos de aeronaves no identificadas, por la presencia de los aviones Pucará en esta región", aseguró a LT 8.

El magistrado -que ocupa el lugar del suspendido juez Eduardo Luis María Fariz, en el Juzgado Federal de Reconquista﷓ reconoció la existencia de numerosos "lugares aptos para el aterrizaje de aeronaves".

"Los lugares donde se aterriza no son pistas de aterrizajes. Hoy se utilizan caminos de tierra, de 800 metros de largo y 15 metros de ancho, así como laterales de lagunas secas". Y admitió que justamente por el uso

de estos espacios "es muy difícil para la Justicia y para las fuerzas de seguridad estar corriendo atrás de estas aeronaves que utilizan un GPS, marcan una coordenada, aterrizan y en 10 minutos vuelven a levantar vuelo y desaparecen de la posibilidad de control. Lo que hacemos es correr atrás de los vehículos que transportan la mercadería que traen en estos vuelos", aclaró.

Palud opinó que una de las soluciones que podrían terminar con el tráfico en el norte del país, es la aprobación de una Ley nacional para derribar aeronaves no identificadas. "La ley de derribo de aeronaves en vuelos irregulares le posibilita a la Fuerza Aérea que dispare sobre las mismas pero sólo después de un procedimiento que es identificar y ordenar el aterrizaje, y recién entonces si no se llega a una solución satisfactoria, procederá a derribarla", agregó.

En este sentido Palud explicó que "actualmente, al que se lo detecta en una actitud sospechosa, se lo detiene", aunque dejó picando una inquietante pregunta: "¿Cómo hacemos para llegar al lugar si entre el aterrizaje y el despegue no hay más de 15 minutos?". "Habría que estar esperándolos en el lugar preciso, para lo que habría que tener el dato certero de a dónde van a aterrizar", se respondió.

Cabe remarcar que hasta el momento no existe tal ley. Por lo que el magistrado aclaró: "Lo que puedo hacer desde mi puesto es plantear el problema, así como la solución que me parece oportuna, tomando el ejemplo de Brasil, donde tiene vigencia esta ley y allí los aviadores se cuidan muchísimo de ingresar". Sin embargo, se quejó Palud, "acá no los para nadie. Sólo se los controla pero todo termina en una mera foto".

De igual manera en declaraciones al portal Notifé el magistrado agregó que si bien la mayoría de los vuelos que llegan al norte provincial son de cigarrillos, cuando los traficantes ven que la cosa "está tranquila" y en lugares aptos, tientan a los contactos de la zona con la droga.

--El ministro de Defensa José Pampuro anunció en su momento la instalaciones de un radar en Misiones que controle la Triple Frontera que abarcaba también el norte santafesino. ¿Ese radar sirvió para algo?-- preguntó este cronista.

--A nadie le sirvió para nada porque los aviones vuelan a baja altura y no son captados, pueden pasarle al lado de los radares. Es más, en Resistencia existe un radar y no los detecta -contestó el juez subrogante.

Finalmente Palud confirmó que sigue adelante con las investigaciones en la causa en la que participó el agente de la Brigada de los Pumas, Claudio Capdevilla en el operativo en el que se secuestraron 150 kilos de droga y quedó detenido Aldo Ferrero, luego liberado. Además informó que la avioneta en la que llegó aquel cargamento de cigarrillos, y que había sido devuelta, nuevamente se logró secuestrar, luego de otro aterrizaje de emergencia.