Uno tiró: "La provincia de Santa Fe no merece que alguien la maneje por celular y con una chequera fuerte en el bolsillo. En esto, vale mucho la dignidad y el federalismo". Y el otro sintetizó: "Chequera o dignidad". Carlos Reutemann y su candidato a presidir el PJ santafesino, Ricardo Spinozzi, acuñaron ayer a dúo su disyuntiva ante el otro aspirante a liderar su partido: el diputados Agustín Rossi. Casi una orden de batalla contra el kirchnerismo. El comienzo de la pelea por el poder partidario, que no empieza con chiquitas, porque si unos están del lado de la "dignidad", los otros quedarían como los supuestos dueños del "celular" y la "chequera". Lo curioso es que Reutemann también innovó en su apoyo político a Spinozzi: participó en el acto, pero por teléfono.

"Todos los compañeros y compañeros tenemos que trabajar para un PJ de pie, serio, federal, sobre todo muy federal. Santa Fe es una provincia que merece ser respetada, escuchada, no merece que alguien la maneje por un celular y con chequera fuerte en el bolsillo. En esto, vale mucho la dignidad y el federalismo. Es así de simple. Queremos un PJ que se siente en la mesa a discutir, de igual a igual", abundó Lole.

Spinozzi lanzó su candidatura en la capital con una puesta en escena. El salón de un hotel céntrico estaba repleto de dirigentes capitalinos. En la mesa, lo acompañaron los de siempre: el jefe histórico de UPCN, Alberto Maguid; el sobrino de Lole y diputado provincial Federico Reutemann, y la diputada Silva de Césaris, entre otros. Los tres apoyaron en la última interna a Rossi y hasta integraron su lista, pero ayer se dieron vuelta. Maguid justificó el cambio de bando, a su estilo. "Los hombres que se eligen como diputados o senadores nacionales no son para que defiendan el poder central, sino el federalismo. Rossi, a quien respetamos, nos ha defraudado", chicaneó. Y lo contrapuso contra sus nuevos "ejemplos": Spinozzi y Lole. "¡Este es un desafío para recuperar la dignidad ante la chequera de la Nación! Que no se especule con las ambiciones personales. ¡Hay que jugarse y poner la cara, aun a riesgo de lo que le toque pasar o perder! ¡Eso es un legislador, eso es Reutemann!", se envalentonó. La arenga levantó más aplausos. Todo estaba listo para que en ese momento sonara el celular de Maguid. Y se escuchó la voz de Reutemann, que hablaba desde un piquete rural, en Buenos Aires.

"Hoy comienza una nueva historia en el PJ -exageró Lole-. Hay que trabajar para el futuro porque todos sabemos que hemos perdido el gobierno provincial y algunos gobiernos en el interior de la provincia. Hay que trabajar muchísimo para tener un peronismo de pie, federalista y no con temor a que lo llamen por teléfono y le ofrezcan una chequera ilimitada, sobre todo a los intendentes y presidentes comunales". La llamada se cortó y la arenga quedó inconclusa.

Pero el celular de Maguid volvió a sonar unos segundos después. Era Reutemann: "Santa Fe no merece que alguien la maneje con un celular y teniendo la chequera fuerte en el bolsillo. En esto, vale mucho la dignidad y el federalismo, con un PJ ue se siente a la mesa a discutir de igual a igual y no de rodillas", completó. La pregunta de un colega calzó justo para que Reutemann mechara su opinión sobre el lockout agropecuario. "Ya llevamos 85 días de conflicto con el campo. Me parece una situación inexplicable (...) Santa Fe está muy afectada por este conflicto. Tenemos 3 mil camiones entre Pujato, Armstrong, las rutas 178 y 9, o sea gente vinculada al transporte de cereal que hace tres meses que no transportan. Tienen que pagar la cuota (del camión), algunos están a porcentajes. No tienen entradas ni ingresos. Es un tema de enorme complejidad". Otra pregunta lo volvió a meter en la interna del PJ. "¿Su posición en el conflicto del campo y su apoyo a Spinozzi significan una ruptura con los Kirchner?", le plantaron: -No escucho -respondió Reutemann -Le pregunto ¿si su apoyo al campo y a Spinozzi significa una ruptura con los Kirchner? -insistió el colega. -No lo escucho, no lo escucho -se justificó Lole. Y la celular de Maguid se quedó mudo.