Los santafesinos recibieron ayer con alivio una noticia que esperaron durante cinco días. El gremio de los choferes de colectivos levantó el paro que dejó sin transporte urbano a la ciudad del lunes al viernes y alteró la vida cotidiana al extremo de que no hubo clases en la mayoría de las escuelas durante toda la semana, el ausentismo trepó en las oficinas del Estado a niveles impensados y hasta los hospitales públicos se vieron obligados a reprogramar turnos por la falta de pacientes.

La huelga comenzó el lunes a la noche porque los empresarios del transporte habían pagado sólo la mitad del salario a sus trabajadores. El Ministerio de Trabajo de la provincia dictó la conciliación obligatoria y ayer a la tarde la negociación se cerró en un acuerdo. Los ómnibus comenzaron a circular nuevamente alrededor de las 20.

Los empresarios completaron el pago de los sueldos y prometieron abonar aumentos atrasados en dos cuotas de 204 pesos: una, el martes próximo y otra, el 15 de noviembre y discutir otros 340 pesos que están pendiente dentro de 15 días en el ámbito de la conciliación obligatoria, según anunció la viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani. "Se acordaron fechas ciertas de pago algunos montos que estaban adeudados y convenimos que el pago de los 340 pesos pendientes será discutidos dentro de la órbita del Ministerio en el marco de la conciliación", explicó la funcionaria, quien agradeció "profundamente a las empresas y al sindicato que tuvieron la flexibilidad necesaria para llegar a este acuerdo".

A la mañana, el intendente Mario Barletta había convocado a una asamblea ciudadana que pidió a empresarios y trabajadores la resolución de un conflicto que había alterado profundamente la vida de la ciudad. Así que a poco de que Ciciliani anunciara el acuerdo, Barletta celebró el levantamiento de la medida de fuerza y el restablecimiento del servicio de transporte.

"Siempre sostuvimos que la única forma de solución a este tipo de conflictos es dialogando en los ámbitos correspondientes. Se trata, como siempre expresamos, de un conflicto salarial entre empresarios y trabajadores. Pero como se vieron afectados los derechos de los usuarios, desde el Gobierno de la ciudad solicitamos que se dicte la conciliación obligatoria, para que continúen las negociaciones pero sin cortar el servicio", dijo el intendente.

Barletta agradeció también a todos los representantes de entidades y organizaciones sociales que participaron en la asamblea ciudadana convocada por el gobierno de la ciudad. "Cuando el ciudadano es el que resulta perjudicado, no debe haber diferencias de ningún tipo. Así lo entendemos y así lo entendieron también todos los actores sociales que nos acompañaron".