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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibirá el jueves, a las 20.30, al gobernador Hermes Binner, en respuesta a un pedido de audiencia. Así lo confirmó el propio Binner en Canal 3, quien confirmó que le planteará a la jefa del Estado la necesidad de suspender las retenciones agropecuarias por 180 días y de tomar una serie de medidas para incentivar el consumo, entre ellas exceptuar del IVA a "10 o 12 productos de primera necesidad que integran la canasta básica". Binner volvió a criticar las incursiones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en la provincia, y también le enrostró a Carlos Reutemann la represión y las muertes de diciembre de 2001. Además de repetir aquello que ofusca al Lole, Binner consideró -como Miguel Lifschitz- que hubo agitación política para que se formaran una veintena de piquetes luego de la tormenta de la semana pasada.

Sobre la reunión con Cristina, Binner dijo que buscará que entienda que hay que aliviar la situación del sector agropecuario, ya que es el mejor camino para superar la crisis. "Si se la da la oportunidad de que el campo produzca se va a salir rápidamente", afirmó el gobernador, quien había dicho -durante un acto de entrega de camiones cisternas en la zona de sequía- que nunca alentó un paro del campo, pero sí que "haya soluciones".

El gobernador consideró "importante" que la presidenta lo atienda el jueves y admitió que temía una respuesta negativa a su pedido de audiencia. También eligió llamar a un trabajo "conjunto entre el Estado y el mercado". Pero no se olvidó de criticar la llegada inconsulta de Moreno. "Es un modus operandi, nos interesaría poder trabajar en forma conjunta. Pero la cosa no pasa por una persona sino por trabajar en un proyecto de Nación", dijo.

Pero Binner hizo la declaración más altisonante con respecto a Reutemann. Aunque intentó deslindar entre "el ciudadano y el gobernante", volvió sobre el tema que más molesta al ex gobernador justicialista. Lo responsabilizó por las muertes de ocho personas en diciembre de 2001, al considerar que "dio las órdenes" para el accionar represivo de la policía.