El juicio por la catástrofe del río Salado en 2003 se quedó ayer sin juez. El Tribunal de Enjuiciamiento de Magistrados de la provincia abrió el jury al juez de Sentencia Nº 4 de Santa Fe, Mauricio Frois, que juzgaba a tres ex funcionarios de Carlos Reutemann imputados por "estrago doloso agravado por la muerte de 18 personas" y lo suspendió en el cargo. Ahora, la causa comenzará a pasar de mano en mano entre sus colegas del fuero, hasta tanto se defina el destino del juez suspendido. Frois fue acusado por el procurador general de la Corte Suprema de Justicia, Agustín Bassó por la supuesta prescripción irregular de 300 causas en 2006 y 2007, entre otras cosas, pero el magistrado rechazó los cargos. "Sólo soy un chivo expiatorio. Todas las personas que dijeron cosas contra mí estuvieron vinculados con la dictadura militar", dijo.

"La situación de Frois es complicada", dijo a Rosario/12 una fuente del Palacio de Justicia que tiene acceso a la causa que lo involucra. A la mañana, Frois había recusado al procurador de la Corte por "enemistad manifiesta", pero el Tribunal rechazó el planteo con el argumento de que Bassó es parte en el proceso de remoción de jueces, y por lo tanto, no puede ser recusado. Según Frois, "Bassó ha llevado a cabo diversas conductas que ponen de manifiesto una palmaria violación del deber de objetividad que su actividad e investidura le imponen, dado la enemistad manifiesta con mi persona", señaló en el escrito.

Ayer, Frois comenzó su defensa mediática, aunque ahora deberá defenderse también en el jury. "Yo no tengo nada que esconder. Sólo soy un chivo expiatorio", dijo por la emisora LT9.

"Estoy tranquilo porque creo que tengo razón y no tengo nada que esconder. Mi existencia es impoluta desde cuando estaba en la Universidad. Todas las personas que dijeron cosas contra mi estuvieron vinculados con la dictadura militar, mientras que yo soy un juez de la Constitución", dijo Frois en un contrataque a sus denunciantes.

Frois rechazó también la presunta prescripción irregular de 300 causas en el período 2006 y 2007, según una investigación que inició el presidente de la Cámara Penal de Santa Fe, Julio de Olazábal, que después profundizó Bassó y derivó en la apertura de una causa ante el juez correccional José Luis Giavedoni. "Yo me consideró un excelente juez. En casi 18 años de magistrado judicial dicté casi 3.000 sentencias, de las cuales tengo revocadas cien, o sea que tengo confirmado el 90 por ciento de las sentencias", explicó.

Una de las cuestionamientos públicos que pesan sobre Frois es que tardó diez años en dictar sentencia en dos causas emblemáticas: la que investigaba al ex vicegobernador Antonio Vanrell por el affaire en el Senado de la provincia, que después prescribió y en la que estaba imputado otro ex vicegobernador Carlos Aurelio Martínez, pero por su gestión como ex intendente de Santa Fe. "No puedo negar que me atrasé en la tramitación de las causas pero como había un régimen distinto al que hay ahora pude dictar la sentencia antes que prescribiera la acción en absoluto. Cuando lo hice se me aplaudía, era un héroe provincial", ironizó.

"Mas tarde, se modificó la ley de fondo y con un régimen nuevo, prescribe la acción penal en ambos expedientes cuando yo ya había perdido jurisdicción. Se me hace responsable por no haber previsto una futura reforma legislativa, lo que es un absurdo", señaló Frois.

El Tribunal de Enjuiciamiento resolvió también abrir el jury al juez de Instrucción de la 1ª nominación de Santa Fe, Pedro Guevara, quien era el fiscal en las causas que se investiga una supuesta prescripción irregular en el Juzgado de Frois.