Jueves, 26 de noviembre de 2009 | Hoy
SANTA FE › AUDIENCIAS EN SANTA FE
Por Juan Carlos Tizziani
Papelones y fallidos mecharon ayer el juicio a los represores de la dictadura. Arrancó la defensora oficial Judith Didier que defiende al ex jefe de la comisaría 4ª, Mario Facino y se olvidó que había propuesto como testigo en la causa al ex chofer del comisario, José Dalmacio Vázquez, quien después estuvo preso dos años a disposición del Poder Ejecutivo, acusado por pasar una carta de una detenida política. Siguió otro defensor oficial, Fabio Procajlo, que asiste al ex juez Víctor Brusa y parece tan obsesionado con las acusaciones de los esposos Daniel García y Alba Sánchez que llegó a preguntarle a Vázquez si había visto al matrimonio detenido en la 4ª a fines de 1977 cuando en ésa época el policía estaba preso en la cárcel de Coronda. "Perdón, perdón", se disculpó Procajlo. Y el murmullo ganó la sala de audiencias. Cerró el abogado Claudio Torres del Sel, defensor de otro imputado, el comisario Juan Calixto Perizzotti, que llamó a declarar al sacerdote Héctor Rucci porque su cliente había dicho que visitaba a los detenidos políticos en la Guardia de Infantería Reforzada, entre 1977 y 1978. El cura lo desmintió: dijo que se había ordenado en 1979 y que nunca fue a la GIR. El abogado se puso colorado, mientras algunas sonrisas se dibujaron en la contraparte.
La audiencia ayer concentró los testimonios de los dos policías y el cura. Comenzó el comisario Ricardo Ferreyra (en la foto), que sucedió a Facino al frente de la 4ª, donde operaba un grupo de tareas del Area 212. Siguió Vázquez, quien se desempeñó como chofer de Facino y fue detenido en enero de 1977 por llevar una carta de una presa política a la familia. Y cerró el padre Rucci. Lo curioso es que Ferreyra dijo que se desempeñó como jefe de la seccional 4ª "desde fines de 1977 hasta mediados de 1980". Facino se ha cansado de decir que él dejó el cargo en la 4ª diciembre de 1976 cuando fue ascendido a jefe del Comando Radioeléctrico. Entre la versión de uno y otro quedaba un bache de casi un año, pero nadie marcó esa contradicción: ni querellantes, ni fiscales ni jueces. Hasta que le tocó el turno a Vázquez. "¿En qué período estuvo Facino como jefe?", le preguntó la defensora oficial.
Hasta fines de 1976. Después vino Ferreyra contestó Vázquez.
¿Y cuándo asumió Ferreyra?
No recuerdo, pero tiene que haber sido a fines de 1976 o principios de 1977 afirmó Vázquez. Otro desmentido. Ferreya había dicho que asumió el cargo a fines de 1977 y el ex chofer dijo que fue doce meses antes. El testimonio de Vázquez comenzó con el olvido de Didier. El presidente del Tribunal, Roberto López Arango dijo que el testigo había sido ofrecido por la defensa y por lo tanto podía comenzar con las preguntas. Didier y Gastaldi se miraron. "Yo no lo ofrecí", dijo la defensora oficial.
¿Y quién lo ofreció? -preguntó López Arango que optó por tapar el bache con un clásico: cedió la palabra al Ministerio Público. "Que empiece a preguntar el fiscal?", dijo el juez. Vázquez no entendía nada. ¿Usted se desempeñó en la seccional 4ª? le preguntó el fiscal José Ignacio Candioti.
Sí, entre 1975 y 1976 contestó el ex chofer. A esa altura, López Arango ya había confirmado que Vázquez era testigo de la defensa, así que Didier siguió con las preguntas.
La audiencia de ayer dejó a la vista la obsesión de otro defensor oficial, Fabio Procajlo, con los García. Uno de los acusados por el matrimonio es su defendido Brusa. Procajlo le preguntó a Ferreyra si había visto a los García detenidos en la comisaría 4ª a fines de 1977.
No recuerdo le contestó el comisario.
Y después le repitió la misma pregunta a Vázquez. El silencio se hizo pesado. Hasta que uno de sus colegas le susurró por lo bajo que el policía fue detenido en enero de 1977 y que a fines de ese año estaba preso en Coronda. "Perdón, perdón", se disculpó Procajlo. Y pareció hundirse en la silla. Otro papelón.
El cierre le quedó a Torres del Sel, el defensor de Perizzotti, que convocó como testigo al padre Rucci. Perizzotti había dicho en el juicio que Rucci era uno de los curas que visitaba a detenidos políticos en la Guardia de Infantería Reforzada.
¿Entre 1977 y 1980 donde cumplió su misión pastoral? le preguntó el abogado.
Yo me ordené en 1979 le contestó Rucci. Le faltó decir que en esa época no era sacerdote.
¿Y en el '77 y '78, siendo seminarista, concurrió a la GIR? trató de acomodar el defensor.
No lo cortó Rucci.
¿Tuvo relación con Perizzotti?
No, lo conocí después concluyó el cura. Torres del Sel ya estaba colorado.
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