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El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, admitió ayer sus intenciones de reformar la Constitución provincial, que está vigente desde 1962 y prohíbe la reelección de los funcionarios de gobierno. El mandatario socialista sostuvo que la Carta Magna de Santa Fe "es vieja y hay que modificarla" para poder "consolidar una propuesta de crecimiento" para el distrito.

"Hoy tenemos una Constitución absolutamente vieja, que tiene muy poco que ver con la Constitución Nacional reformada en 1994, que incorpora la autonomía de los municipios y la posibilidad de que las comunas puedan tener otros tiempos electorales", dijo Binner.

En declaraciones a la prensa, sostuvo que era "menester plantear otro tipo de derechos, como la participación ciudadana para remover un mandato, la figura del plebiscito o la posibilidad de tener una Justicia con rango constitucional, de modo que no dependa de las mayorías circunstanciales de la Legislatura".

Además, consideró que una reforma constitucional "también ayudaría a consolidar una propuesta de crecimiento para Santa Fe". Según Binner, la Constitución santafesina "ha demostrado ser vieja y hay que modificarla. No es un cambio que necesitamos para gobernar porque, de hecho, estamos gobernando".

Pero, afirmó, "hay que cambiarla para hacer de Santa Fe una provincia con una Constitución moderna y hoy están todas las posibilidades para tenerla".

En el último cuarto de siglo, 20 de las 23 provincias argentinas reformaron al menos una vez sus constituciones. Actualmente, sólo Mendoza mantiene vigente su Constitución original, que impide la reelección de funcionarios. Entre Ríos reformó en los últimos meses su Carta Magna, que también era una de las originales desde la fundación de la provincia. La Constitución de Santa Fe, junto con las de Chaco y Corrientes, fueron reformadas al menos una vez desde que están en vigencia y son de las pocas que no permiten la reelección de mandatarios. La última modificación de la Constitución provincial se realizó en 1962.

El ex gobernador Jorge Obeid presentó, durante los primeros meses de su gestión en 2003, un proyecto reformista a la Legislatura, y pese a que pidió varias veces que se le dé tratamiento no contó con el apoyo de la oposición, conformada principalmente por el socialismo y el radicalismo.