El ministro de Seguridad, Alvaro Gaviola, respondió que no le "constaba" que los policías que investigan el crimen de Silvia Suppo tuviesen en su poder los videos de la Terminal de ómnibus de Rafaela. Y opinó que la investigación policial hasta ahora "fue prolija", renegando con el concepto vertido a este diario por una fuente de la investigación quien había asegurado que la Gendarmería encontró "la escena del crimen muy contaminada, es como si la hubieran limpiado porque no encontraron ni una gota de sangre".

--Rosario/12 reveló que los policías que investigaron el crimen de Silvia Suppo en Rafaela, tenían su poder videos entregados por la Terminal de ómnibus de esa ciudad que mostraba lo ocurrido con los dos sospechados del homicidio el 29 de marzo, material que no fue aún incorporado al expediente judicial. ¿Qué tiene para decir?

--Que no me consta que los hayamos tenido en poder nuestro, no obstante cualquier medio de prueba que esté a nuestro alcance lo

vamos a favorecer y alcanzar al señor juez interviniente. Hoy tenemos dos detenidos con una grado de certeza interesante en cuanto a la autoría material y esto como siempre dije, para nosotros y para mí, no es una causa cerrada ni mucho menos, sino que hay elementos concretos para seguir trabajando en pos del esclarecimiento sobre si hay otra motivación detrás de esto, queremos llegar a la verdad.

--¿Cuál es su opinión acerca de la investigación y a la forma en que actuó la policía?

--Nosotros hemos pensado que la investigación ha sido hecha de manera hasta ahora prolija, no tengo motivos para pensar otra cosa, aunque que si así se dispone tomaremos las medidas correctivas del caso.

Cabe recordar que el juez de Instrucción Nº 2 de Rafaela, Alejandro Mognaschi recibió ya los informes de expertos de Gendarmería Nacional convocados para investigar el asesinato de Suppo con magros resultados:

sólo pudieron recuperar algunas porciones de rastros que será difícil comparar con las huellas dactilares de los dos imputados Rodrigo Sosa y su primo, Rodolfo Cóceres. Estos son cuatro filamentos pilosos que estaban adheridos en la camisa de la víctima y en el pantalón de uno de los detenidos y algo de material biológico en los cuchillos que utilizaron los homicidas.

El peritaje de Gendarmería en el local de cueros que atendía Silvia es el tercero que se hace desde el asesinato: los anteriores fueron hechos por la Policía de Rafaela y la de Santa Fe. Sin embargo esta no fue la única desprolijidad que pasó por alto Gaviola: el día del crimen, 29 de marzo, Sosa y Cóceres escaparon de Rafaela en un colectivo rumbo a Santa Fe. Eran las tres de la tarde. La Nueva Terminal informó al juez que "cuenta con un sistema de monitoreo a través de cámaras IP, que está a cargo de la empresa Wiltel" y que "esos archivos fueron entregados a personal policial de investigaciones". Sin embargo, esas imágenes no fueron incorporadas a la causa. El dato de la nota con la firma de Juan Carlos Tizziani, fue ampliado ayer por la abogada Lucila Puyol, quien reveló que "la fiscal del caso ya había exigido que las mismas sean incorporadas de inmediato la expediente".

El ministro Gaviola también fue consultado por este diario sobre la detención del subjefe de la Alcaidía, Fernando Arco, bajo la sospecha de cobrar coimas a dos detenidos por mejorar sus condiciones de encierro. "Esto no deja de ser una cosa que nos llama la atención, pero como siempre hemos tomado el tema con la seriedad del caso y con las decisiones de que ante cualquier irregularidad darle obviamente la participación a Asuntos Internos, y si lo dispone una orden judicial darle una colaboración plena.

--¿Cuál cree que es el nivel de corrupción de la policía? -preguntó Rosario/12.

--La policía no escapa a lo que son las generales de la ley de la sociedad en que vivimos. También está mal generalizar de que todos sean corruptos. No es así y la prueba está en que está la Secretaría de Control creada por esta gestión, que ha sido la decisión férrea del gobernador y mía desde que asumí, y los hechos así nos avalan: frente a cualquier sospecha, actuar fuertemente como en el caso de esta caso de la Alcaidía que nos ocupa, en el que frente a una orden judicial se la acató, pero (se demoró) el tiempo de ejecución de la orden porque se dio en horario de visitas de los familiares de los internos. Creo que estamos yendo en el buen camino en la ejecución de todo esto.