El gobernador Hermes Binner firmó ayer 74 conmutaciones de penas para internos de toda la provincia, en la primera jornada de una protesta con huelga de hambre por parte de detenidos en la cárcel de Coronda. La medida acorta en cuatro meses el tiempo de detención de los beneficiados, repartidos en las cárceles de Piñero, la Unidad Nº 3 de Rosario, Las Flores y también dependencias policiales. Las últimas conmutaciones fueron otorgadas por Binner en marzo de 2008 y este año los expedientes fueron remitidos en abril al Poder Ejecutivo.

El director del Servicio Penitenciario Mariano Bufarini confirmó la firma del mandatario en el expediente que como todos los años nace formalmente a finales de abril con unas 1.000 solicitudes "y se resuelve por esta época" indicó el funcionario tratando de desligar la firma de la huelga de hambre de los detenidos. En el Servicio Penitenciario hay 1.600 presos condenados.

Según Bufarini el expediente con todos los pedidos de conmutación tiene un largo camino: "Ingresa al Servicio Penitenciario, luego se envía a la Corte Suprema, que lo reenvía a los jueces de ejecución penal para que dictaminen la viabilidad de cada pedido, para luego devolverlo al Servicio Penitenciario y desde aquí al Ministerio de Justicia que hace el control legal y técnico, que es quien se lo deriva al escritorio del gobernador que es quien tiene al discrecionalidad de otorgar o no la conmutación.

El director penitenciario aclaró que "en las últimas jornadas ya habíamos tratado el tema en las mesas de diálogo con los internos, a quienes les habíamos adelantado que el expediente estaba avanzando, pero que iba a demorar".

La conmutación es una posibilidad que baraja el gobernador frente a algunos casos específicos y cuando se cumplen criterios técnicos y políticos, que benefician a los internos condenados, que rondan los 1600 en toda la provincia.

Para acceder a la conmutación se debe tener una buena conducta en el penal, haber cumplido un tercio de la pena, y no haber sido condenado por delitos sexuales, ni funcionarios públicos sentenciados penalmente en ese rol.

Bufarini aclaró que "ningún interno va a salir en libertad condicional o asistida fruto de esta disminución en el tiempo de encierro".

Finalmente Binner le puso la firma a 74 conmutaciones pasado el mediodía de ayer, luego de las primeras doce horas de protesta de los detenidos en el penal de Coronda, con una huelga laboral y de hambre en reclamo de medidas que debe tomar la Justicia respecto de las penas y también por las malas condiciones de detención. La medida es "pacífica y abierta al diálogo", señalaron desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC).

La organización había advertido que se solicitarían ante el Poder Judicial de la provincia los recaudos necesarios a fin de garantizar la integridad física y de salud de los internos que se encuentran "ejerciendo su derecho de peticionar ante las autoridades".

Los internos de la cárcel de Coronda pretenden que las autoridades provinciales analicen la fijación de penas, las conmutaciones y rebajas, la libertad condicional, la progresividad y la derogación de la ley Nº 25.892 "Ley Blumberg". En el petitorio que también fue elevado a legisladores provinciales, señalaron que "la ley penitenciaria establece que el régimen de progresividad tiende a la reeducación y resocialización de los internos alojados en instituciones de régimen cerrado, semi abierto".

Durante la jornada Bufarini había tratado de relativizar el alcance de la huelga de hambre. "En Coronda están alojados 1.032 internos y más de la mitad están procesados, y en estos momentos todo el penal está en huelga laboral y el 40 por ciento además, está llevando adelante una huelga de hambre", precisó el director del SPP.