La vuelta a las bancas deparó sorpresas en la Legislatura. El Senado votó ayer un proyecto del PJ que consagra la autonomía municipal en Rosario y Santa Fe y lo giró a la Cámara de Diputados, donde tendrá un paso controvertido: los socialistas condicionan el futuro debate a la reforma constitucional, pero radicales aparecen ahora más cercanos al PJ porque el diputado Hugo Marcucci, presidente de la UCR y fogonero de la candidatura a gobernador del intendente de Santa Fe, Mario Barletta, también propuso otorgar la autonomía por ley.

La media sanción del Senado establece que las ciudades de Rosario y Santa Fe podrán dictar su propia carta orgánica "sin más limitaciones que las contenidas en la Constitución Provincial", mientras que para municipios de segunda categoría será opcional.

"Las cartas orgánicas serán sancionadas en convención Municipal debiendo asegurar un sistema representativo y republicano, con elección directa de sus autoridades y el voto universal, igual, secreto, obligatorio y de extranjeros; la publicidad de los actos de gobierno y el acceso a la información pública municipal por parte de los ciudadanos. Asimismo, también deberán contemplar un régimen de control de las cuentas públicas, el reconocimiento de las organizaciones vecinales y las condiciones laborales y salariales de sus trabajadores, que estarán sujetas a la normativa vigente en el orden nacional y provincial", dice el texto aprobado.

Los senadores del Frente Progresista rechazaron la propuesta del PJ, pero coincidieron en debatir la autonomía municipal. Los posiciones en el oficialismo son divergentes. Antes del receso, el diputado Hugo Marcucci presentó un proyecto de autonomía municipal. Y lo hizo después que su colega del socialismo, Raúl Lamberto, condicionara el debate del tema a una eventual reforma constitucional.

Según Marcucci, "la autonomía municipal forja la idea de un federalismo moderno y democrático, donde el poder se descentraliza y es asumido plenamente por los ciudadanos en instancias locales, a la vez que profundiza la idea de democracia de proximidad en oposición al modelo de centralización y concentración del poder en los ejecutivos provinciales".

Esta discrepancia entre el radicales y socialistas abrió la brecha para que ayer, el PJ apurara en el Senado la sanción de la ley de autonomía, acaso con la idea de abrir una negociación política en Diputados. "Las marchas y contramarchas de este gobierno se pueden ejemplificar con un solo tema: siempre manifestaron haber defendido las autonomías municipales y hoy, cuando el Senado de la provincia está a punto de darle media sanción a la ley que permite esa autonomía, sobre todo para Rosario y Santa Fe, con el dictado de sus cartas orgánicas y otros beneficios, dicen que no están de acuerdo con esta iniciativa y ponen como excusa que sólo la aceptan si es mediante la reforma de la Constitución", dijo Spinozzi.

El proyecto votado ayer por el Senado se entronca con la tradición municipalista en la provincia de Santa Fe. "El ámbito donde los municipios ejercen sus potestades autónomas se encuentra en plena etapa de desarrollo legislativo y jurisprudencial", señaló. Y recordó "el avance de las autonomías municipales en el constitucionalismo moderno".

Y en ese sentido, sostuvo que "el proyecto propuesto no pretende ser la panacea en la materia, ni siquiera una pieza jurídica definitiva, sino más bien, un avance institucional que nos ha de servir de referencia como para seguir evolucionando en la materia, teniendo muy especialmente en consideración la cuestión empírica de ir observando el desarrollo de los municipios más importantes, al menos desde la óptica poblacional que al no dudarlo ha de servirnos de parámetro para futuros análisis legislativos".