Unas cincuenta personas que hace dos semanas tomaron un terreno privado en Vila Gobernador Gálvez intensificaron ayer su protesta en reclamo de viviendas cortando la ruta 21. La interrupción del camino, clave para el sur provincial y con conexión directa al puerto de Cargil, generó inconvenientes con los camiones que circulaban por la zona y un grave incidente: una joven embarazada que participaba del piquete recibió un disparo en el glúteo y debió ser hospitalizada. Ante el reclamo de los vecinos para que se presente en el lugar a negociar, el intendente Jorge Murabito se negó a concurrir por entender que no estaban dadas "las condiciones mínimas de seguridad", tras lo cual advirtió sobre la presencia de "punteros políticos del PJ, cercanos a Pedro González". El jefe comunal fue más allá y denunció un déficit habitacional de la ciudad que gobierna que afecta a 7000 familias. "Desde que asumí no se entregó una sola vivienda de la provincia o de Nación", precisó. La situación en el barrio La Esperanza fue tensa ayer en gran parte de la jornada. Alrededor de veinte familias que desde hace dos semanas ocupan un terreno privado de dos hectáreas en la zona, intensificaron su reclamo por vivienda cortando la ruta 21. La protesta generó inconvenientes en el tránsito interurbano hacia el sur provincial y complicó la descarga de camiones en el puerto cerealero de Cargil. Los vecinos denunciaron que hubo varios intentos tendientes a desarmar el piquete y un incidente grave: por la tarde, un vehículo pasó por el lugar y efectuó varios disparos, uno de los cuales impactó en el glúteo de una mujer embarazada de tres meses, quien debió ser trasladada en ambulancia al Hospital Gamen de esa ciudad. "Pasó atropellando a todos, pasó por encima de las cubiertas y disparó cuatro tiros", relató Andrea, presente en el piquete. Otra manifestante explicó el reclamo de fondo de los manifestantes: "Necesitamos los terrenos, pero queremos pagarlos. Pedimos hablar con el intendente Murabito y no nos atendió. No queremos que nos regalen los terrenos. Somos gente de trabajo. De hecho nuestros maridos se fueron a trabajar y nosotras nos quedamos aquí montando guardia para ver si tenemos alguna respuesta, pero nadie nos atiende". Murabito se negó a concurrir personalmente al piquete. "Estamos dispuestos a sentarnos a dialogar en una mesa, y de hecho nuestra gente de Desarrollo Social viene trabajando en la zona. Pero no estaba dadas las condiciones de seguridad mínimas para ir a la protesta", confió en diálogo con Rosario/12, tras lo cual denunció la presencia de "punteros cercanos al PJ y al ex intendente Pedro González" en el piquete. El intendente de Gálvez fue más allá y aludió a los problemas habitacionales existentes en su ciudad. "Tenemos alrededor de 7000 familias sin vivienda propia, con enormes dificultades para conseguir un plan oficial y desde que comenzamos muestra gestión no se habilitó ni un sólo complejo del gobierno provincial ni de la Nación. Y eso que presentamos proyectos y solicitudes en los dos casos", remarcó. Murabito se esmeró en dejar en claro que su administración no tiene "ni los recursos ni las herramientas para solucionar este conflicto puntual. Es un terreno privado que su titular pidió el desalojo para hacer un loteo y ni siquiera podemos llevar agua y energía como nos reclaman. No podemos prometer lo que no podemos cumplir", destacó.