La viceministra de Salud provincial, Débora Ferrandini, aseguró que la Asignación Universal por Hijo (AUH) tuvo un "efecto revolucionario" en la salud de la provincia. "Instaló la universalidad; y el hecho de que los chicos deban tener al día el carnet de vacunación para cobrar el beneficio logró que familias enteras de sectores vulnerables se acerquen a los centros de salud". Además, puntualizó que "centró la atención de las mujeres en una cuestión de género y derecho, que instala un desafío en el modo de ofrecer la atención: tanto de medicina anticonceptiva, como de embarazo no deseado y enfermedades de transmisión sexual". En ese sentido, valoró la iniciativa de la presidenta Cristina Fernández al incorporar al calendario de vacunas obligatorias y gratuitas, la dosis para contrarrestar una de las primeras causas de cáncer de cuello de útero: el Virus del Papiloma Humano (HPV), que tiene "muy alta" prevalencia en las santafesinas. "Fue una sorpresa muy grata", dijo.

En torno a la situación de acceso a la salud, relacionado con la pobreza, la funcionaria socialista destacó los cambios que provocó la AUH. "Ha tenido un efecto revolucionario en la cotidianeidad de los servicios de salud, porque instaló en la agenda pública la universalidad. Todos los niños tienen que llegar a los servicios de atención primaria, y eso está trayendo a familias vulnerables, que cuando tomaban contacto con un equipo de salud era a través de un esfuerzo de los propios equipos". Como consecuencia del fenómeno, "hay necesidad de adecuar las tecnologías y posibilidades a la particularidad que están viviendo algunos grupos sociales, y que son diferentes a los que constituyen la rutina cotidiana de la atención. Ese es un punto de preocupación en la provincia", dijo.

Por otro lado, Ferrandini ponderó la decisión de la presidenta de que la vacuna contra el HPV sea obligatoria y gratuita para niñas a partir de los 11 años. "Es una muy buena medida que dará resultados a largo plazo". Sin embargo, pidió "no fetichizar" la vacuna, en el sentido que "técnicamente tiene una eficacia comprobada, pero es fundamental saber que la dosis no es una medida preventiva aisladamente; sino que cubre un serotipo de HPV, que es el más cancerígeno, pero hay muchos otros que también pueden generar lesiones que evolucionen al cáncer. La vacuna protege, pero no lo hace absolutamente para todas las cepas: esto significa que no reemplaza al papanicolau (PAP), ni elimina precauciones sobre métodos de barrera a la hora de la relación sexual".

Luego de esa aclaración, se manifestó a favor de la iniciativa. "Causó una sorpresa grata, porque no venía siendo tema de agenda técnica con el Ministerio de Salud de la Nación, pero es una muy buena medida". La funcionaria aseguró además: "Se ha enfocado en las mujeres y en una patología que suele no ser parte de la agenda como un problema de salud pública, ni como un problema para las propias mujeres, por lo lento de la evolución. Estoy de acuerdo con la presidenta en que muchas veces se juegan cuestiones de género en cómo se deciden estos temas", dijo.

La funcionaria detalló además la importancia de que sean vacunadas las niñas a partir de los 11 años. Explicó que ésa es la edad "correcta" porque "debe aplicarse antes del inicio de la vida sexual activa de las mujeres; por eso una persona que ya ha tenido relaciones, muy posiblemente haya podido tomar contacto con el virus, entonces la colocación de la vacuna no es efectiva", abundó.

Ferrandini aseguró que los resultados de que todas las niñas de esa edad sean vacunadas, serán "a largo plazo"; por eso, "poner el tema en agenda implica una serie de actividades incluso en el espacio educativo, para que las niñas de esa edad tengan conciencia de sus derechos como mujeres, porque son esos conocimientos los que las van a llevar a vacunarse". Además, la funcionaria consideró que "primero habrá que llega a las poblaciones de mayor vulnerabilidad".

Sobre la situación del HPV en las mujeres santafesinas, aseguró: "Seguimos viendo casos de cáncer de cuello de útero, sobre todo en mujeres jóvenes, y sigue siendo un problema extendido". Ferrandini indicó además que "el Estado debe cuidar a las mujeres, porque eso de que el cuidado es una responsabilidad de las mujeres como individuo es el concepto que lleva a que aún, conociendo la técnica del PAP, sigamos viendo cáncer de cuello". Más allá de esos datos, "el sufrimiento y la mutilación a la que se someten mujeres con este problema es muy grande para ellas y sus familias", puntualizó.

En ese sentido, la funcionaria remarcó que ese sector social es el que "menos posibilidades tiene de tomar el recurso preventivo oportunamente; y esto mismo (que pasa con el PAP) va a pasar con la vacuna, si no se trabaja en concientizar. No es la vacuna un fetiche mágico, por supuesto que sin ella sería mucho más difícil todo. Sigue quedando como telón de fondo la cuestión de la postergación de género en la construcción de ciudadanía".