Mar 21.06.2011
rosario

SANTA FE › REPERCUSIONES DEL ACTO POR EL DíA DE LA BANDERA

Miradas encontradas

Desde el socialismo justificaron el silencio de Hermes Binner
al evaluar que "el marco no era el adecuado". Agustín Rossi,
por su parte, indicó que "la presidenta nunca mezcla las cosas".

› Por Claudio Socolsky

Los contrapuntos para analizar la ausencia de discursos en los festejos de ayer por el día de la Bandera, tanto del gobernador Hermes Binner como el intendente Miguel Lifschitz; y la discusión sobre si fue un acto más político que institucional, marcaron el tono de una jornada gris y lluviosa. "El acto del Día de la Bandera es de todos los argentinos y no de un partido político", expresó disgustado el ministro de Gobierno Antonio Bonfatti. Según el funcionario provincial, Binner "no habló porque no era el marco adecuado". En cambio, para el jefe del bloque de diputados nacionales kirchneristas, Agustín Rossi, el de ayer fue "un acto institucional, la presidenta nunca mezcla las cosas, no hizo ninguna referencia a su candidatura, ninguna referencia electoral". Y fue más allá al señalar que "nadie le puede prohibir defender acá su gestión".

En la previa, parecía poco probable que el acto por los festejos del Día de la Bandera, con tantos candidatos en el palco oficial, no se transformara en un acto político. Y los interrogantes sobre si se iban a escuchar los discursos del gobernador y el intendente se disiparon en el mismo instante en que la locutora oficial anunció la palabra de Fernández de Kirchner. A partir de ese momento se instaló la polémica.

Una fuente de la intendencia le confió a este diario que hasta último momento intentaron convencer a protocolo de Presidencia para incluir a Lifschitz en el listado de oradores. Lo cierto es que sabían de antemano que no estaba previsto que el intendente, contrariamente a lo que ocurrió en los últimos festejos de la enseña patria, ofreciera su discurso, frente a un pedido especial de la presidenta para acortar el acto.

Diferente fue la situación del gobernador Binner, cuyo discurso sí estaba contemplado en el protocolo. Desde temprano, distintos voceros del socialismo salieron a denunciar por los medios que vislumbraban cierto clima hostil de la militancia kirchnerista. "Nuestra gran preocupación es que el acto sea popular y no politizado, nuestro deseo es que la gente participe para celebrar sin otra bandera que la argentina", dijo Lifschitz antes de ir a recibir a la presidenta en el aeropuerto de Fisherton.

La preocupada advertencia de Lifschitz no tardó en transformarse en certeza, cada vez que los militantes apostados frente al palco lanzaban consignas poco amables hacia el gobernador. Aunque a veces se podía escuchar un "aguante Binner", predominaron los silbidos y abucheos. "Binner gorila, Binner sojero", gritaban los militantes, al tiempo que pedían "para Cristina, la reelección".

Si bien varias agrupaciones continuaban desfilando frente al palco, apenas se retiró la combi que trasladó a la presidenta junto al gobernador hacia el aeropuerto, la polémica por la politización del acto se hizo escuchar en boca de algunos protagonistas. "Esperaba que como todos los años fuera un acto patrio, que cada uno saque sus propias conclusiones. Binner no habló porque no era el marco adecuado", señaló Bonfatti. En la misma línea, su acompañante en la fórmula, el radical Jorge Henn, manifestó que se debía cuidar de "no desnaturalizar el acto. La bandera nos une a todos los argentinos, hay que tener cuidado de no apropiarse de los símbolos, porque no se puede evitar que la militancia venga con sus banderas, pero la responsabilidad es de algunos dirigentes".

Consultado por Rosario/12, Rossi dijo que la presidenta "hizo un acto institucional, no hizo ninguna referencia a su candidatura, y ninguna referencia electoral. Nadie le puede prohibir a la presidenta que defienda su gestión acá, y lo que nadie puede negar es lo que genera con su presencia". El intendente de Rafaela, y primer candidato a diputado nacional por el justicialismo, Omar Perotti, prefirió bajarle el tono al enojo del socialismo. "La movilización de la gente ha sido muy fuerte, y más allá de gente identificada políticamente, creo que el acto tiene la gran riqueza, año tras año, de movilizar a muchos sectores", apuntó.

La misma lectura hizo la primera candidata a diputada provincial María Eugenia Bielsa. En declaraciones radiales, la concejala aseguró que el de ayer "fue un acto absolutamente institucional, no fue un acto de aparatos". Por otra parte, la ex vicegobernadora consideró que no sintió "hostilidad hacia el gobernador aunque sí mucho cariño a la presidenta", para finalmente señalar que "hubiera esperado que Hermes Binner le hablara a sus militantes y a los rosarinos".

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