Dom 22.01.2012
rosario

SANTA FE › MóNICA BIFARELLO, MINISTRA DE DESARROLLO SOCIAL, SOBRE EL ARBORDAJE DESDE EL ESTADO.

"Profundizar el trabajo en conjunto"

La funcionaria provincial cree que es momento de "mirar al sujeto en el territorio y así detectar los problemas que lo rodean". Reconoce que en la periferia muchas veces la presencia más notoria del Estado sigue siendo la policía.

› Por Luis Bastús

La ministra de Desarrollo Social, Mónica Bifarello, dijo que el gobierno se propone cambiar su forma de abordar la problemática de niñez y adolescencia, y en su análisis subyace la evidencia de que antes las cosas se hacían distinto y ahora su misión es modificarlo. Habla de cambiar la mirada con la que el Estado ha venido interviniendo sobre el territorio. Que no se superpongan políticas ni programas de los distintos ministerios, ni entre provincia, municipio y nación. Y, sobre todo, quiere que las organizaciones sociales tengan vuelo propio. Eso sí, aclara: "Que el Ministerio de Desarrollo Social no se identifique como el ministerio de la asistencia, porque eso genera asistidos y luego, clientes".

La vulnerabilidad de los jóvenes que habitan los sectores excluidos queda expuesta en hechos de cierta cotidianeidad, como el conflicto que días atrás enfrentó a la GUM con los cuidacoches de Pellegrini al 1000 ("¿Qué quieren que hagamos, si no tenemos ni documentos y ninguno quiere volver a estar cana?", planteaban). Y también en hechos de violencia superlativa, como la matanza de villa Moreno, en la que tres pibes militantes de una organización de base cayeron fusilados por las balas de un mundo ajeno pero que los rodeaba de manera omnipresente.

"El problema del Estado es que tiene programas para la niñez y la adolescencia, pero a veces llegan de manera fragmentada o superpuesta, incluso municipio, provincia y nación por vías separadas. Entonces retomamos el gabinete social que se había formado en el gobierno anterior, cuya coordinación pasó de Gobierno a Desarrollo Social y que incorporó los ministerios de Seguridad, Justicia y la Secretaría de Hábitat. Y el foco está puesto en la niñez y adolescencia, por mandato del gobernador", dijo.

¿De qué manera? "En Rosario hoy funcionan cuatro centros de día, uno de los cuales es coordinado junto con la Municipalidad. En Santa Fe estamos por crear otro. Son espacios dedicados a jóvenes que en general están excluidos de las instituciones tradicionales como la escuela o el club y que en muchos casos transitan por situaciones complejas como adicciones, por ejemplo. Allí se procura acompañarlos hacia la reinserción escolar y acercarles alternativas de inclusión socioproductiva, talleres, y también vincularlos desde allí con la enorme oferta cultural, recreativa y deportiva que hay la Municipalidad y la Provincia desarrollan en la ciudad". Bifarello se refirió a los espacios abiertos que empezaron a funcionar el año pasado: Casa del Adolescente (Arijón 651), Casa del Sol (Bv. Avellaneda 330 bis), Centro de Permanencia Transitoria (Presidente Roca 1185) y Centro de Protección Integral de la Infancia (Bv. Seguí 5400). Allí acuden un número variable de jóvenes (85% varones, 15% mujeres) de entre 16 y 18 años en su mayoría. Sólo el 13% tiene menos de 16. Continúan la escolaridad, primero, a través del aula radial, reciben apoyo escolar y participan de talleres de educación física, gastronomía, hip hop, herrería, arte, música, manualidades, etc.

Pero cuatro centros de día para la población juvenil rosarina en situación de vulnerabilidad es poco. Bifarello aclara que "esto se inició el año pasado, son insuficientes aún y estamos viendo cómo potenciarlos, convocando otras áreas, porque también un vivero, un club también pueden ser centros de día. La idea es generar espacios para proteger a esos jóvenes que no se insertan en instituciones, y volverlos a traer a un lugar que les ofrezca socialización y que los inserte en una actividad productiva".

-¿De qué manera se logra atraer a jóvenes cuando la calle ofrece otras propuestas que a priori les resultan más atractivas?

-Se logra trabajando de manera integral entre las diversas áreas y niveles del Estado, y con las organizaciones fundamentalmente. En Rosario y Santa Fe tenemos una red impresionante de organizaciones que trabajan en el territorio. No faltan recursos, lo que falta es coordinarlos. Ya lo hicimos con municipios y comunas, por eso empezamos a reunirnos con los gabinetes de áreas sociales de Rosario y Santa Fe, y luego seguiremos por las cabecereas de nodos. Y tenemos que articular con las organizaciones de la sociedad civil.

-¿Y hasta ahora no se ha cultivado esa red? ¿Qué pasó en los últimos años?

-Sí, la red se cultiva, existe y crece. Pero lo que tenemos ver es cómo cambiar la mirada. Solemos decir que en el Estado éstos atienden niños, aquellos deportes, otros atienden familia; pero en realidad todos actúan sobre la niñez, de un modo u otro. Debemos dejar de operar desde cada especialización y pasar a mirar el sujeto, el niño en este caso. Estamos en contra de las políticas focalizadas, que son para paliar situaciones de urgencia, pero tenemos muchísimas posibilidades de que los niños, niñas y adolescentes sean la excusa para generar políticas universales porque desde ahí se llega a la familia, que es el contexto donde esos chicos viven. Si se hace una política focalizada para la adolescencia, pero luego ese joven vuelve a un contexto desfavorable, la historia se repite.

-Todavía hay zonas de la ciudad donde la presencia más visible del Estado es la Policía.

-Es cierto que en algunos barrios hay poca presencia estatal. A nivel general en la ciudad la presencia de recursos es fuerte, pero si hacemos una mirada más fina seguramente hay mucho en un territorio y poco en el otro. Es que vamos siempre atrás de un problema que adquiere una complejidad cada vez mayor. En Rosario están los nuevos barrios, de reciente formación, adonde el Estado todavía no llegó. Entonces hay que volver a mirar el territorio, y eso es lo que estamos haciendo con los gabinetes municipales. El gobernador nos pidió que focalizáramos en Rosario y Santa Fe, que presentan mayor nivel de conflictividad", dijo.

Debido a esa falta de presencia territorial es que Bifarello planteó la necesidad de modificar el enfoque de una cartera clave. "Por eso digo lo de cambiar la mirada: en lugar de hacerlo desde los compartimentos del Estado, mirar al sujeto en el territorio y así detectar los problemas que lo rodean. En el caso de villa Moreno estuvimos reunidos con el Frente Darío Santillán luego de haber recibido con el gobernador a la familia de los chicos asesinados. En ese barrio hay organización, ellos recibieron algunos programas del Estado, pero falta una relación de ida y vuelta en integrar su trabajo en el territorio. Como Estado debemos reconocer la importancia de las organizaciones sociales en este trabajo barrial. Debemos apostar a su autonomía, porque si generamos organizaciones dependientes del Estado estaremos haciendo más de lo mismo. Debemos llegar complementando con las cosas que las ONG no pueden hacer y apoyándolas en proyectos que empiecen y terminen. Falta eso: enfatizar en la mirada de la integralidad y del trabajo conjunto", planteó Bifarello.

La otra apuesta fuerte, según la titular de Desarrollo Social, será retomar y profundizar el programa Aleros de Santa Fe, lanzado en 2009. En el barrio Chaqueño, de la capital provincial, se construyó el primero de estos espacios, pero Bifarello aclara que "más que un edificio, es un concepto de intervención integral, de crear un lugar de contención, de refugio y convivencia". En este sentido, la ministra aseguró que se generarán otros aleros en las ciudades de la provincia, con un edificio o a través de recuperar un club de barrio, o de intervenir en un polideportivo municipal, por ejemplo.

El programa Aleros pretende llegar al grupo familiar de sectores vulnerables, no sólo a los jóvenes. Para evaluar su resultado habrá que esperar.

Al exponer sus planes, Bifarello deja en claro que pretende lograr que las acciones y programas de los distintos ministerios se crucen e interactúen sobre la población. "El desafío es hacer que las politicas sean integrales, con la educación, la salud, la promoción social, la cultura y el deporte en la misma sintonía", dijo. El ejemplo presente ﷓destacó la funcionaria﷓ es el desarrollo de 140 colonias de verano organizadas en distintas ciudades de la provincia. "Tenemos 80.000 niños y jóvenes en estas colonias que apoya la Provincia y que en muchos casos co financian las municipalidades. El gobierno pone los docentes de educación física y los recursos para el funcionamiento. Los centros de día vinculan sus jóvenes con estos espacios. Esta es una forma de cruzar políticas. Una colonia no es ya sólo un lugar de recreación, sino un espacio que permite abordar problemáticas sociales desde diferentes lugares".

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