SANTA FE › UNA MUJER PIDE QUE SE INVESTIGUE AL PADRE DE SU HIJA POR PRESUNTO ABUSO SEXUAL.
El caso pertenece a Reconquista y la mujer hace una denuncia contundente contra su ex pareja, un abogado de la misma ciudad. Sostiene que su hija le contó desde los 2 años cómo la tocaba.
› Por Sonia Tessa
Leila Itiig se define como una "mamá desesperada". Esta mujer reclama que la justicia de Reconquista investigue eficazmente su denuncia por el abuso sexual de su ex pareja, el abogado Gustavo Bianchini, hacia la pequeña hija de ambos, hoy de seis años, desde que tenía dos. El relato de la mujer es detallado. A los dos años, la nena contaba, en media lengua, que su papá le tocaba "acá", y mostraba sus genitales. La niñera había escuchado los mismos relatos. Pericias psicológicas comprobaron la situación. Sin embargo, el juez de esa ciudad, Virgilio Palud, archivó la causa en una oportunidad. La Cámara de Apelaciones de Vera le ordenó abrir una investigación a mediados de 2010. Recién el jueves pasado, Bianchini debía prestar declaración indagatoria, pero el juez decidió postergarlo "al menos hasta el mes que viene", según confirmó a Rosario/12. Palud se negó a hablar del caso, amparándose en que se trata de "una causa donde están investigándose cuestiones íntimas y personalísimas" y que los periodistas "no son parte del expediente".
La niña en cuestión muestra indicios de abuso desde los 2 años, pero la madre demoró en creer en sus relatos. En diciembre de 2009, Leila presentó la denuncia ante el fiscal, que acompañó con un video como elemento de prueba. "Mi hija refería que el papá le tocaba la cola, y yo, en forma accidental, había encontrado varias fotografías que descubrí que el padre de mi hija se hacía tomar por terceros, bañándose con ella desnudos", relata Leila, que denuncia la "parcialidad" de Palud en esta causa. Según le refirieron, el juez comenta en los Tribunales que dictará la falta de mérito para el abogado, pese a las distintas pruebas que presentó el abogado de la madre.
"Ofrecí como testimonial a la niñera de mi hija (una señora mayor) y la petición de que se allane el estudio de Bianchini, dado que con el hallazgo de las fotografías estaba segura de que su computadora podía tener nuevos elementos de prueba del abuso sexual de mi hija", agregó Leila, quien acompañó en su denuncia "el informe médico de dos profesionales que habían diagnosticado vulvovaginitis a la niña". También una psicóloga había confirmado el postraumatismo que sufría la nena.
Con todos estos elementos, en aquel momento, el fiscal Irineo Berzano pidió medidas al juez de instrucción, pero Palud --relató Leila-- "se negó en todo momento a realizar cualquier tipo de diligencia probatoria, y no aceptó llamar a testimoniar a ninguna persona". Ni siquiera convocó a la mujer para que ratificara la denuncia. "En los pasillos se encargaba de decir que yo era una loca y que lo que estaba haciendo era ensuciar al doctor Bianchini", relata Leila sobre las resistencias a investigar del magistrado.
Seis meses después de la denuncia, Palud dispuso la realización de una entrevista con la niña, con el sistema de Cámara Gesell (un método utilizado para no revictimizar a los niños y niñas víctimas de abuso sexual, en el que un profesional hace la entrevista en un lugar vidriado, donde los niños no saben que son observados por los funcionarios judiciales). La medida se realizó en Santa Fe, y el juez Palud permitió que el acusado estuviera presente. El hombre se encargó de amedrentar previamente a su hija, diciéndole que su padre escuchaba todo lo que ella le decía a la psicóloga.
La única vez que Bianchini no estuvo presente en la Cámara Gesell, contó Leila, su hija se animó a contar lo que hacía su papá. "Las entrevistas que mantenía la especialista con mi hija se tornaban inútiles, dado que mi hija me decía que el padre le avisaba que él veía y escuchaba todo lo que ella hablaba con la señora, y obviamente mi hija jamás narraría lo que estaba padeciendo. Es evidente que se estaba realizando una revictimización", relata ahora la madre. "A instancias del juez exhortado para realizar la medida, Diego de Latorre, se realizó una entrevista sin que estuviera el denunciado presente. En esa ocasión, mi hija sí pudo contar a la especialista todo lo que estaba pasando y como el padre la abusaba", continúa la madre.
En el ínterin, otro juez --Jorge Galbusera-- tomó la causa transitoriamente, y ordenó algunas pruebas, pero meses después, volvió a Palud. "El expediente volvió a pararse y no se produjo ni aceptó ninguna nueva medida, y tampoco aceptó las testimoniales que propuso la querella", reclamó la mujer, que mostró su sorpresa porque el juez permitió al acusado participar de la causa aún antes de estar imputado.
Recién el 3 de mayo pasado Palud llamó a indagatoria a Bianchini. Pero la medida que debía hacerse el jueves pasado se pospuso sin fecha. Consultado por Rosario/12, Palud afirmó que la indagatoria se realizará el mes próximo, una vez que evalúe otras pruebas. "La parcialidad del doctor Palud se denota evidente, a tal punto que a todos los transeúntes de Tribunales les ha comentado que ya que no pudo prosperar con el archivo de la causa, lo que va a hacer es indagarlo y en el mismo acto le dictará una falta de mérito, para que lo dejen de joder con este tema", denuncia Leila.
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