Los gobiernos provincial y municipal mostraron el pulgar hacia arriba respecto del anuncio de la Nación sobre créditos blandos para construcción de viviendas. Pero también mostraron cautela, a la espera de que el plan defina la letra chica. Se preguntan acerca de la disponibilidad de infraestructura en servicios para acompañar este posible envión urbanizador, y la adecuación de cada proyecto a las normas edilicias vigentes en cada ciudad. Según estiman en la Secretaría de Planeamiento municipal, el Estado nacional posee en Rosario algo menos de 180 hectáreas, aunque no todas son urbanizables. La provincia pone a disposición unos 3000 lotes como complemento. Las corporaciones locales de la construcción también expresaron apoyo al Programa Crédito Argentino del Bicentenario para Vivienda Unica Familiar (Procrear).

Como era de esperar, ayer las oficinas de la Ansés -tiene 27 en toda Santa Fe- hirvieron de consultas, igual que en el sitio web propio y en el del agente financiero, Banco Hipotecario SA. Los registros de la delegación Rosario contabilizaron 500 turnos tramitados hasta el mediodía, cuando el sistema colapsó.

El secretario provincial de Hábitat, Gustavo Leone, expresó "cautas expectativas". Dijo que "el anuncio es positivo y comparte nuestro diagnóstico: es interesante que apunte a un sector de ingresos medios y que involucre al Banco Hipotecario, porque hasta ahora el sistema financiero está ausente en este tema".

La gestión de Antonio Bonfatti valoró el anuncio del Procrear porque es pasible de complementar con la provincia: "Nosotros podemos asignar tierra urbanizada, y los beneficiarios pueden acceder más fácilmente a una línea del Hipotecario", calculó Leone. Es que, para el funcionario, el punto débil de la presentación oficial es el recurso tierra. Al respecto, reveló expectativas por obtener precisiones acerca de las tierras disponibles y sus condiciones de urbanización. "No es sencillo llevar luz, agua, desagües, transporte, a un terreno determinado. Aún no se habló con claridad sobre si estas porciones de tierras son factibles de ser urbanizadas", planteó.

Leone afirmó que sigue en la tarea de consolidar el banco de tierras provincial para ponerlo a disposición de esta oportunidad. Confía en poder detectar unos 3000 lotes entre 150 y 300 metros cuadrados, dentro de tierras del Estado santafesino.

Apenas conoció el anuncio de la presidenta Cristina Fernández, la intendenta Mónica Fein encomendó a su secretario de Planeamiento, Pablo Barese, que mensure la superficie vacante en Rosario, de propiedad federal. No es para menos: sólo el Servicio Público de la Vivienda tiene pendientes 30.000 solicitudes de vivienda, y se estima que hay una cifra parecida en la clase media que no apela a las políticas de vivienda social pero que tampoco puede acceder al mercado inmobiliario.

A grandes rasgos, Barese estimó que "en la ciudad hay algo menos del 10 por ciento de las 1800 hectáreas fiscales disponibles en el país". Y a eso, aclaró, hay que descontarle áreas no aptas para urbanizar como ramales ferroviarios operativos, concesiones a la empresa NCA, cesiones en comodato y terreno usurpado.

Los predios fiscales sobresalientes son dos en manos de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias SE (Adif): Patio Cadena (desde el cruce Alberdi hasta Puerto Norte) y Playa Sorrento (avenida Sorrento y arroyo Ludueña) que hoy explota el Belgrano Cargas como zona de maniobras. El otro gran espacio vacante está a cargo del Ministerio de Defensa: el Tiro Federal (Rondeau al 2700). Sólo entre esos tres solares, suman algo más de 130 hectáreas.

La Municipalidad planeaba destinar Patio Cadena y Patio Parada a desarrollos inmobiliarios de altura para sectores medios, y a cargo de constructoras locales y de mediana envergadura. Era la forma prevista para equilibrar respecto de los jugosos negocios habilitados a los desarrollos premium sobre la ribera. Eso iba a ser mientras esperaban que la Adif cediera esas valiosas tierras al municipio. Ahora en Planeamiento dan por hecho que esos terrenos se dispondrán a la demanda del Procrear. Y ahí es donde Barese vislumbra un asunto a resolver. El Código Urbano no prevé allí un barrio de viviendas unifamiliares, sino construcciones en altura, algo que hasta ahora el plan federal no parece contemplar: "Habrá que definir los usos. Pienso que los modelos para aplicar este plan deben ser variables para adecuarlos a los códigos urbanos de cada municipio, porque el planeamiento es responsabilidad de los gobiernos locales", advirtió el funcionario municipal.