El gobierno de Santa Fe recibió con expectativas el lanzamiento del programa Procrear que realizo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner la semana pasada. No es para menos si se tiene en cuenta que Rosario ha sido la ciudad que registró el mayor número de consultas en la página de Anses, y otro tanto sucedió en la escala provincial en relación a otros territorios. Ya en su discurso de asunción, Antonio Bonfatti ubico como prioridad de su gobierno paliar el déficit habitacional, al punto de elevar al rango de Secretaría de Estado a la repartición que durante la gestión de Hermes Binner tuvo un perfil más bien bajo. El nombramiento de Gustavo Leone y las instrucciones del Gobernador posibilitaran que Santa Fe esté mejor posicionada que otras provincias a la hora de garantizar tanto terrenos como créditos otorgados en esta primera etapa. Desde hace medio año, en la Secretaria se ha comenzado a realizar una suerte de relevamiento que le permitirá avanzar en la coordinación con el gobierno nacional a la hora de la construcción de viviendas. Había en curso un programa que contemplaba "terreno y cimientos" que ahora será reformulado en la medida en que se concedan a unos 10 mil santafesinos los créditos a través del Banco Hipotecario.

Con la prudencia que impone un tema tan delicado como la vivienda propia, el gobierno está en condiciones de garantizar un número de terrenos propios y de municipios con los que ha comenzado a discutir el tema que permitan cubrir la demanda de los solicitantes de créditos del programa Procrear.

La cuenta no es muy complicada, aunque para evitar ocupaciones ilegales y el "tráfico de influencias", el Estado santafesino dispondría de algo así como 2500 o 3000 terrenos viables para la radicación de viviendas, a los que habría que agregar unos 50 que aporten cada uno de los 50 municipios (estos representarían otros 2500) y 10 por cada una de las 300 comunas que tiene la provincia. Esto siempre y cuando haya una proporcionalidad territorial que no se puede conocer y mucho menos asegurar, pero no se están considerando los terrenos nacionales que hay en la ciudades mas importantes. Sin ir mas lejos las 34 hectáreas en las que se imaginaba la villa olímpica para los panamericanos del 2019 -que no se harán en Rosario- estarán disponibles, unas cuantas parcelas que ya están asignadas para viviendas donde estaba el Batallón 121, lo mismo que otras 40 hectáreas en Rafaela -que ya están en discusión entre los gobiernos provincial y municipal- y en menos proporción hay áreas suburbanas censadas en Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe y Venado Tuerto.

La tarea en adelante será poner en condiciones esos terrenos, dotarlos de infraestructura, llevar luz, prever desagües, trazar calles y todo lo necesario para que el descampado deje de ser tal y se transforme en zona urbanizada. La responsabilidad de la gestión y la necesidad de dar respuestas concretas -o de concreto- ponen distancia de algunas declaraciones que intentaban objetar el origen y el destino de los fondos que acercarán a la ciudadanía al sueño de la casa propia.