Hoy el peronismo debatirá su posición de cara al tratamiento pendiente de la reforma tributaria en Diputados con otro matiz de voz: el de los que les toca gobernar ciudades y pueblos, tan necesitados de recursos como la Casa Gris. El Foro de Intendentes y Presidentes Comunales del Partido Justicialista se reunirá al mediodía en Puerto San Martín para exponerles sus pareceres a legisladores del Frente para la Victoria. Pero el dato saliente será la presencia del secretario de Transporte, el baigorrense Alejandro Ramos, que traerá el mensaje de Casa Rosada en este debate: no complicar las cosas, ni a los intendentes ni tampoco al gobierno de Antonio Bonfatti. Acompañar, es el verbo elegido. Los jefes municipales del PJ quieren que Diputados introduzca al proyecto una modificación de las proporciones en las que la Provincia coparticipa su recaudación impositiva con los municipios y comunas, y que también la tajada de Rosario y Santa Fe sea algo menor en relación a lo que reciben el resto de las localidades. "Los gobiernos locales somos la primera trinchera. Que no nos aten las manos", exigió Carlos De Grandis, intendente de Puerto San Martín y presidente del Foro.

Ramos estará en la reunión no sólo como intendente en licencia de Granadero Baigorria sino también como transmisor de la opinión del gobierno nacional acerca de esta discusión santafesina. Ayer le anticipó a Rosario/12 que "por instrucción de la Presidenta, y de los ministros Florencio Randazzo y Julio De Vido, queremos darle una mano a los intendentes, cuya situación no es buena y el futuro no es esperanzador, y también a la provincia".

Dijo querer "una reforma que permita reactivar en Santa Fe la obra pública, mejorar la seguridad, y vamos a acompañar si hay consenso, para que Bonfatti pueda hacer las cosas que con (Hermes) Binner no se vieron. Pero es llamativo que los propios radicales, aliados del socialismo, fueron los primeros en objetar el mensaje que envió el gobernador del Frente Progresista. Eso no es un dato menor. Si existe un plan, los radicales no están acompañando. Respeto las decisiones políticas, pero hay que tener en cuenta a los intendentes. Esto pasa cuando no se consulta antes", apuntó.

El resultado de lo que el Senado votó la semana pasada, respecto del pedido original del Ejecutivo, dejó inconformes en el gobierno y en la propia oposición de Diputados, atomizada en 9 bloques justicialistas y otros dos de Unión PRO Federal. Ni hablar entre los intendentes, a juzgar por el tono del jefe municipal que hoy será anfitrión en el Centro Cultural Punta Quebracho.

"Los que tenemos responsabilidad de gobernar, de cualquier partido, no estamos con los tirabombas que quieren que esto se vaya a la mierda. ¿Cómo gobernar si no se aumentan las tasas? El que nunca fue intendente nunca lo sabrá. Ahora, si se malgasta, si se aumenta la masa burocrática, bueno, para eso están los legisladores que deben controlar", zanjó De Grandis. El palo, tácito, cayó en el sector del diputado nacional peronista Oscar Cachi Martínez, que se opone de plano a la reforma tributaria y la considera sólo como "un impuestazo". Este discurso le cae pesado a la veintena de intendentes peronistas que compone el Foro y que gobiernan ciudades como Villa Gobernador Gálvez, Roldán, Las Parejas, Tostado, Venado Tuerto, Esperanza, Casilda y San Genaro, entre otras.

Este espacio, liderado por De Grandis, y por el galvense Mario Fissore y Camilo Busquets, de Ceres, le planteará a los diputados kirchneristas Darío Mascioli y Erika Gonnet que encaren un rumbo más contemplativo de las necesidades municipales que lo que salió con media sanción unánime del Senado. Pedirán, por ejemplo, que se rediscuta la alícuota de reparto del Fondo Sojero, que hoy asigna 30 por ciento a municipios y comunas, y 70% para la Provincia. "En Salta es 50 y 50, y eso que es una provincia menos rica que la nuestra. Y de aquel 30 por ciento, tres cuartos va a Rosario y Santa Fe, cuando la soja se produce en los pueblos más chicos", midió De Grandis.

Aquí, la coparticipación impositiva con municipios y comunas es del 50 por ciento del impuesto inmobiliario, y del 90 por ciento en cuanto a patente de vehículos. Y además les toca el 13,43 de la coparticipación federal. Los intendentes peronistas quieren que ese criterio de reparto se modifique algunos puntos más a su favor. Por todo eso, el mes pasado el monto girado a las 365 comunas y municipalidades santafesinas ascendió a casi 333 millones de pesos.

Se estima que si la reforma -en el estado en que la dejó el Senado- aportaría en total unos 850 millones de pesos extra, a los municipios les tocarían sólo 326 millones más por año. "Por eso, no le queremos atar las manos al gobernador. Si a Bonfatti le va bien, nos irá bien a todos. Que tampoco nos aten las manos a los intendentes. No nos casamos con ninguno, la historia los marcará", advirtió De Grandis a los legisladores.