Desde Santa Fe

Una lluvia de 160 milímetros en promedio, que llegó a 184 en el hospital de Niños, el mayor volumen en sólo dos horas, entre las 5 y las 7 de la mañana, agitó ayer los viejos fantasmas de Santa Fe, pero a pesar de que el caudal es similar al que sufrió la ciudad de Buenos Aires hace una semana, las consecuencias fueron muy distintas. El comité de crisis declaró la emergencia, suspendió las clases y el transporte público y puso en marcha el plan de contingencia, que amortiguó el impacto: al caer la tarde, el sistema de drenaje y bombeo aliviaba la situación en los barrios más afectados, como Chalet y la villa del Centenario --frente a la cancha de Colón-﷓ en el oeste, y Pompeya, La Ranita y San José en el norte, donde el agua llegó a la cintura en los puntos más críticos, afuera y adentro de las viviendas. Son bajos históricos de la ciudad y los primeros en sufrir por falta de infraestructura y desagües. No se habían reportado víctimas y sólo diez familias --unas cincuenta personas-﷓ de Pompeya fueron evacuadas en un refugio, en el campo Universitario.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner llamó al gobernador Antonio Bonfatti y al intendente de Santa Fe, José Corral, para informarse sobre la situación. Bonfatti valoró el gesto de Cristina y la tranquilizó, le dijo que las imágenes que habían difundido algunos canales de TV nacionales "eran de otra época". Corral coincidió en que esas "imágenes de archivo" habían provocado "cierta alarma". "Le dijimos a la presidenta que la solución es continuar con este plan de obras que venimos desarrollando, pero si pudiéramos ir más rápido le ahorraríamos dolores y dificultades a la gente, que es lo que queremos", afirmó.

Corral dijo que "el sistema de alerta y el plan de contingencia", más las inversiones en el sistema de reservorios, drenaje y bombeo, aventó los viejos fantasmas. "Tuvimos una lluvia muy intensa. Una intensidad igual a la de Buenos Aires, la semana pasada: 184 milímetros midió el pluviómetro del hospital de Niños y la mayor parte de ese caudal en un par de horas. Por supuesto, que tuvimos problemas en los barrios donde faltan obras de infraestructura y hubo aguas en las casas, por suerte, mucho menos que en otras situaciones comparables con ésta, como la de 2007. El agua corrió rápidamente en la mayoría de los barrios, pero siguen complicados Pompeya, La Ranita, y un sector de la villa del Centenario", informó.

"La inversión que hicimos en los reservorios nos permitió mejorar el cortón oeste. Estamos mucho mejor de lo que estábamos en 2007, cuando una lluvia de esta intensidad dejó un tercio de la ciudad bajo agua durante varios días", recordó. En 2007, hubo unos 50.000 damnificados. "Es cierto que tuvimos problemas en Chalet y en San Lorenzo, pero en Santa Rosa de Lima prácticamente no hubo agua en las casas y las que la tuvieron, se fue rápido".

El intendente explicó que "suspendimos las clases y el transporte público de pasajeros para que la gente no se movilice. Y transmitir que teníamos dificultades y no una falsa sensación de tranquilidad". A la tarde, ya se había reanudado la circulación de los colectivos, taxis y remises.

"El Estado tiene que recomponer la confianza de los santafesinos. Nosotros tenemos muy claro que el Estado en un momento dio los avisos que no había que dar. Le dijo a la gente que no tendrían problemas y después tuvieron dos metros de agua (como en la catástrofe de 2003). Por suerte, estamos en otra situación. Vimos algunas imágenes en los canales de TV nacionales de las inundaciones de 2003 y 2007. Me llamó el presidente de Colón, (Germán Lerche) porque muchos dirigentes del fútbol lo preguntaban si era cierto que la cancha del club estaba inundada, pero eran imágenes de archivo. La situación de la ciudad de Santa Fe es otra en este momento, estamos más preparados. Hemos hecho los deberes y algunas obras. Falta mucho, pero tenemos un plan de contingencia, un sistema de alerta y el municipio sabe qué hay que hacer", concluyó Corral.