A sólo siete meses de haber entrado en vigencia, un grupo de diputados oficialistas y de la oposición consensuó un proyecto para flexibilizar la ley provincial antitabaco. La iniciativa, que lleva las firmas de los legisladores justicialistas Jorge Lagna y Laura Venesia, de la cavallerista Miriam Benítez y del radical Santiago Mascheroni, será presentado en las próximas en la Legislatura. Allí se propone que los bares y restaurantes de más de 100 metros cuadrados puedan habilitar el 30 por ciento de sus locales para fumadores. Este espacio "deberá estar físicamente separado del resto del salón, completamente compartimentado, contar con un acceso adicional y no ser zonas de paso de personas no fumadoras". Según Lagna, el proyecto se elaboró "por los inconvenientes que trajo aparejado la aplicación de una norma tan rígida que además estigmatizó a los fumadores". Para el diputado justicialista, de aprobarse la reforma sugerida, "será más sencillo hacer cumplir la ley".

En los considerandos de la iniciativa, los legisladores aclaran que tienen la "íntima convicción de que el ordenamiento vigente sobre restricciones al consumo de tabaco en lugares públicos y privados ha sido necesaria e importante". Tras recordar que ellos mismos votaron a favor de la norma, los diputados señalaron que "en su aplicación práctica, la Ley 12.432 ha traído aparejados numerosos inconvenientes, dado que en algunos aspectos presenta aristas demasiado rígidas y que dan lugar a polémicas públicas que se reflejan en los medios en forma diaria".

Para los legisladores, "la prohibición total de consumir tabaco en todos los establecimientos privados, sobre todo en los destinados al rubro gastronómico y de esparcimiento, generan una reacción en las personas fumadoras y se plantean debates sobre el respeto de las libertades individuales y el libre albedrío, mientras tanto se busque la manera de no molestar o afectar la salud de los demás, o en todo caso de impedir en forma compulsiva que personas no fumadoras mayores de 18 años acepten compartir espacios con personas que sí lo hacen".

En ese marco, propusieron flexibilizar la ley provincial antitabaco permitiendo habilitar zonas para fumadores en bares, restaurantes, discotecas, salones de fiestas y salones de ventas que no estén ubicados en el interior de hospitales, sanatorios, centros de salud, escuelas de todos los niveles o universidades.

Para la habilitación de esas zonas los establecimientos deberán contar con los siguientes requisitos: una superficie no menor a los cien metros cuadrados, deberán estar físicamente separadas del resto del salón, completamente compartimentadas, contar con un acceso adicional y no ser zonas de paso de personas no fumadoras. Además, las salas deberán tener mecanismos que impidan el paso del humo del tabaco hacia el resto del recinto y contar con ventilación hacia el exterior.

La superficie de la zona para fumadores no podrá exceder el 30 por ciento del total de la zona habilitada en general. En caso de existir zonas comunes, como por ejemplo sanitarios, quedará expresamente prohibido fumar. Mediante cartelería apropiada en el ingreso principal y en el ingreso para la zona de fumadores se advertirá claramente la existencia de los sectores fumadores y no fumadores.

En todos los casos se prohibirá la entrada de personas menores de 18 años a las zonas de fumadores. Asimismo, la habilitación de las zonas para fumadores se llevarán a cabo mediante el pedido expreso y el consentimiento de los propietarios del establecimiento. "Es optativo, de ningún modo una obligación", aclaró Lagna.