La noticia recorrió el país rápidamente. La imagen era escalofriante: Víctor Robledo, de 27 años apareció "crucificado" en San Francisco. Sobre la improvisada cruz de madera, estaba atado con cintas de embalar de manos y pies y con un cartel que decía: "No robarás". Desde el principio, la víctima responsabilizó a la policía de Frontera, una localidad santafesina separada de Córdoba por una calle. Robledo habló con la prensa, aseguró que tiene miedo y pidió protección judicial para volver a la provincia de Santa Fe. El jefe de la Unidad Regional V de la Policía de Santa Fe, Daniel Alcaraz, decidió remover de forma preventiva al jefe de la comisaria de esa ciudad, Oscar Flores. En tanto, la Justicia analiza la denuncia de abuso policial pero no descarta otras hipótesis.

"Tengo miedo por mi familia, de que le pueda pasar algo el día de mañana y nadie me da garantías de nada. Tengo miedo a la policía de Frontera", dijo en declaraciones a Cadena 3. Consultado sobre las causas de su detención, contestó: "(Me detuvieron) por nada. Me llevaron de mi casa a las 7 de la mañana. Habían dicho que yo había forcejeado con alguien a la noche. Nada que ver. Yo estaba con mi familia. Me tuvieron todo el día encerrado. Cuando me largan y se cagaban de risa". Agregó que "estuve desde las 7 hasta las 2 de la madrugada encerrado por nada y ellos (los policías) me sacaron de la celda, me encintaron todo, me llevaron y me dejaron ahí. Los patrulleros de San Francisco me llevaron al hospital. Se portaron muy bien conmigo", describió Robledo.

Por su parte, la fiscal de Instrucción de San Francisco Leonor Faillá, explicó: "Estamos investigando si como dijo el muchacho en un primer momento, fueron policías santafesinos los que hicieron eso". Pero la fiscal también remarcó que el muchacho dijo haber sufrido golpes, según él por parte de uniformados, que en realidad no se verificaron en el informe médico. De todos modos, la funcionaria judicial se mostró cauta y no descartó otras hipótesis: Que haya sido atacado por otras personas no necesariamente uniformados, que se trate de un "ajuste de cuentas" de vecinos, o, incluso, que sea una broma de mal gusto.

Fuentes del Ministerio de Seguridad señalaron que la medida contra el jefe de la comisaría 1 de Frontera no implica ninguna medida disciplinaria, al menos hasta que la fiscal no resuelva la situación de fondo.