La reforma curricular que impulsa el Ministerio de Educación, a instancias del Consejo Federal, para las carreras de formación docente arribó ayer a un principio de entendimiento entre el gobierno y la conducción de Amsafé. Sobre todo porque el sindicato consiguió el compromiso oficial de que el cambio de contenidos no se definirá en julio, como se había pretendido, sino que se debatirá a lo largo del año, y se "respetarán las cargas horarias que tienen los actuales diseños curriculares, y el debate no estará condicionado a un techo de carga horaria". Sin embargo, la seccional Rosario de Amsafé -opuesta a la conducción provincial- confirmó su convocatoria para manifestarse hoy en protesta frente a la delegación local de Gobierno.

El secretario de Educación, Jorge Márquez, y la directora de Educación Superior, Irene López, recibieron ayer a dirigentes de Amsafé y su titular, Sonia Alesso. En esa audiencia acordaron modificar los plazos para construir el futuro diseño curricular. Antes de la audiencia, la fecha era el 31 de julio, y los docentes reclamaban con énfasis que ese plazo se ampliara para evitar equívocos por la premura. El acuerdo habilita la realización de jornadas de debate en cada uno de los 154 institutos públicos y privados de formación docente que funcionan en la provincia, y una mesa de discusión entre Amsafé y el Ministerio de Educación para conducir ese proceso durante el resto del año. "Había preocupación en los institutos por no tener el tiempo suficiente para el debate, y malestar por el temor de que se suprimieran horas", explicó Alesso.

El segundo punto del acuerdo establece: "El cambio curricular respetará las cargas horarias que tienen los actuales diseños curriculares, esto implica que el debate no estará condicionado a un techo de carga horaria". Esto último socavaría un argumento de la manifestación convocada por Amsafé Rosario para hoy a las 10.30 en la plaza San Martín. La seccional local del sindicato docente se opone a la reforma curricular en ciernes y acusa que apunta a "la reducción de la formación específica de cada carrera y la baja en las horas totales de planes de estudio, de unas 2900 o 3000 horas reloj actuales, a 2600 o 2800". "La reforma nos presenta un estudiante de profesorado devaluado social y culturalmente que se prepara para una escuela secundaria vaciada de contenidos, escuela que prioriza la contención social al desarrollo de los conocimientos", cuestionaron desde la delegación que conduce Gustavo Teres. Este sector acusa a "la conducción provincial de nuestro gremio que nada ha dicho sobre la reforma en marcha, (ha emitido) un documento sin una palabra de crítica ni una opinión sobre la reforma. Parece que su definición es acompañar la política del Ministerio", torpedearon.

Las autoridades de Educación y de Amsafé también convinieron en coordinar estos meses de discusión "de nuevos diseños curriculares en sus fundamentos epistemológicos, enfoques y organización interna de todos los campos de la formación".

La polemizada reforma curricular se promueve desde el Consejo Federal de Educación para fomentar la recuperación de institutos de formación docente en provincias carentes de esa instancia y que experimentan dificultades para cubrir cargos por falta de profesores. Además, debido a la fragmentación del sistema -explicaron fuentes del área- se hace necesario armonizar contenidos de manera que el título de un docente tenga equivalencias y sea válido de una provincia a otra.

Alesso expresó que lo acordado "traerá tranquilidad a los docentes y a los estudiantes porque era lo que todos pedían: tiempo para debatir, participación y mantener la carga horaria".