El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, presentó ayer a Jorge Obeid un borrador de decreto con un nuevo sistema para designar jueces comunales. Y cambiar el nombramiento a dedo del gobernador por un examen ante una comisión integrada por el subsecretario de Justicia, un delegado del Poder Ejecutivo y otro del Poder Judicial. Un triunvirato con mayoría de la Casa Gris. En enero de 2004, Obeid mandó un proyecto de ley a la Legislatura para que los postulantes a jueces comunales pasen por el filtro del Consejo de la Magistratura, pero el mensaje nunca fue tratado por las Cámaras, con mayoría del PJ, y perdió estado parlamentario. La iniciativa intentaba apagar el último escándalo de Carlos Reutemann, quien ﷓antes de abandonar el gobierno﷓ acomodó en los cargos vacantes a decenas de amigos y parientes de sus amigos. A dos años y medio de aquel episodio y ante una la ley que nunca sale, Rosúa propuso una salida. "Sucede que ya no podemos seguir postergando el nombramiento de más de 60 jueces comunales en la provincia, mientras esperamos que se apruebe la ley. La intención es acortar plazos y agilizar el mecanismo con este decreto, que permitirá en dos o tres meses cumplir con el proceso de selección, y llegar a fin de año con la mayoría de las vacantes cubiertas", dijo el ministro.

Rosúa pasó temprano por el despacho de Obeid para repasar una agenda con varios temas, entre ellos el borrador de decreto ﷓que ayer anticipó de Rosario/12﷓ para cambiar el sistema de designación de jueces comunales. La iniciativa exige a los postulantes dos requisitos: el título de abogado y una prueba de antecedentes y oposición ante una comisión examinadora -que ya no será el Consejo de la Magistratura como planteaba la ley- sino un triunvirato integrado por el subsecretario de Justicia, un delegado del Poder Ejecutivo y otro de la Corte Suprema. El decreto propone que Obeid se autolimite en su facultad de designar los jueces comunales a dedo, pero no resigna la mayoría en el triunvirato examinador.

"El Consejo de la Magistratura no funcionará para esto -dijo Rosúa a la colega Ivana Fux-. Lo hemos sacado porque esa disposición había producido una suerte de rechazo en dicho organismo, que ya tiene mucho trabajo".

"Lo que proponemos ahora es un sistema de selección (de los jueces comunales) por medio de una suerte de concurso de antecedentes y una entrevista que hace a la vez de oposición ante una comisión examinadora que integrarán el subsecretario de Justicia, un representante del gobernador y otro del Poder Judicial", explicó el ministro.

El triunvirato tendrá entonces la tarea de examinar a los postulantes y después elevar una terna a Obeid, quien designará al que considere más conveniente. En los concursos ante el Consejo de la Magistratura, Obeid propuso casi siempre la designación del primero de la lista ﷓y así se confeccionó el pliego que envió a la Legislatura﷓, así que es probable que repita esa costumbre en el caso de los jueces comunales.

El ministro aclaró también que el proyecto de decreto exigirá a los candidatos a jueces comunales el título de abogado y si en algún pueblo no hay, se podrán postular para el cargo "los escribanos, procuradores o en última instancia, otro universitario".

Rosúa dijo que "el decreto no anula la idea de que los cambios sean establecidos a través de una reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial, para que sean más perdurables". Pero hoy urge el tiempo. "Sucede que ya no podemos seguir postergando el nombramiento de más de 60 jueces comunales en la provincia, mientras esperamos que se apruebe la ley. La intención es acortar plazos y agilizar el mecanismo con este decreto, que permitirá en dos o tres meses cumplir con el proceso de selección, y llegar a fin de año cubriendo la mayoría de los juzgados que hoy están vacantes", insistió.

"Creo que el decreto saldrá a la luz en los próximos días mediante la creación de este cuerpo colegiado", agregó.

El proyecto de ley que Obeid mandó a la Legislatura ﷓y nunca prosperó a pesar de la mayoría del PJ﷓ exigía a los candidatos a jueces comunales dos requisitos: el título de abogado y un examen de idoneidad técnica ante el Consejo de la Magistratura. El concurso para cubrir la vacante debía tener amplia difusión y después de las pruebas de antecedentes y oposición, el Consejo de la Magistratura debía elevar al gobernador "una terna con los nombres y antecedentes de quienes hubieran aprobado" el concurso.