Desde Santa Fe

Al final, Domingo Cavallo logró presentar ayer el libro con sus últimas recetas económicas en un desayuno de la Asociación de Dirigentes de Empresas (ADE), pero ante puñado de personas y un escrache en la puerta que lo obligó a salir a bordo de un auto, por un portón lateral. La esquina de ADE quedó tapizada con carteles que lo llamaron desde "buitre" hasta "cómplice de genocidas". El programa era más ambicioso, aunque el viernes quedó reducido a la mitad cuando el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas canceló la segunda conferencia del ex ministro por el repudio de sus propios profesionales que le reprocharon la "cobertura institucional" a un acusado de aumentar la deuda externa en más de 50 mil millones de dólares, de la noche a la mañana. El juicio por el megacanje ûla operación financiera que se cerró antes del estallido de 2001﷓ comenzó a fines de junio en el Tribunal Oral N 4 de Capital Federal y Cavallo está imputado por "negociaciones incompatibles con la función pública".

Puntual, el ex ministro llegó a las 8.30. Lo recibieron el presidente de ADE, Benito Correnti y su vice y directivo del diario El Litoral, Nahuel Caputto, quienes después se sentaron a su lado. "El doctor Cavallo, como cualquier argentino, tiene derecho a expresar sus ideas libremente", se justificó Correnti.

En el desayuno no eran más de 20 empresarios. Cuando los reporteros ingresaron al salón, algunos optaron por la retirada discreta, lejos de las cámaras de TV. "No querían que los filmen", dijo uno de los camarógrafos. En primera fila estaban el presidente de la Cámara de Comercio Exterior, Daniel Oblán y el vice, Jorge Sobrero, con quien suele alternar los cargos. La Cámara había promovido también la segunda conferencia de Cavallo, que después se frustró por el recule del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas.

En otras mesas, se repartieron el presidente de la Sociedad Rural de Santa Fe, Juan Manuel Arauz Castex; su colega del club del Orden y ex diputado de PDP, Carlos Caballero Martín y directivos del Banco Bica y de la Cámara de la Construcción, entre otros.

En la puerta, ya se habían convocado militantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), del Frente para la Victoria, de organismos de derechos humanos y de otras expresiones sociales. Una jovencita del MST se paró frente al semáforo de la esquina con una pancarta y un pedido a los automovilistas: "Tocá bocina si estás en contra de Cavallo". La respuesta era el bocinazo general.

El ingeniero Oblán fue uno de los primeros en salir a la vereda, donde un militante de Hijos le reprochó el convite a Cavallo. "Ustedes lo trajeron, ustedes le dan cobertura a estos tipos!". Oblán dio media vuelta y se fue. El pibe de Hijos siguió: "Esta gente es la que fomenta a tipos como Cavallo, cuando estamos pagando las consecuencias porque durante 30 años destruyeron el país. Y ahora, quieren volver al pasado", dijo.

Antes del cruce, un empresario periodístico que suele recorrer despachos de la Casa Gris, salió a paso rápido. "Alcahuete", le gritaron.

Entre los militantes del FpV estaba el diputado Leandro Busatto, que ya había repudiado por Twitter "la presencia del buitre, genocida y cipayo". "Es lamentable papel de los empresarios que trajeron al miserable de Cavallo, el mismo que los enterró y esquilmó", dijo. "Cavallo fue funcionario de un gobierno genocida, custodio fiel de los intereses del imperialismo financiero".

Busatto criticó a los empresarios que auspiciaron el encuentro con Cavallo. "Son los mismos que están involucrados en las cuestiones del puerto de Santa Fe, lo que chupan de la teta del Estado desde hace años. Son los mismos 15 o 20 que manejan los ministros de Economía de la provincia y que no tienen ningún escrúpulo en decirlo. La sociedad tiene que conocer para donde tira cada uno", señaló. "Cavallo fue el fiel reflejo del neoliberalismo de los '90 y hoy, otros voceros con otras caras planten exactamente lo mismo, así que hay que estar muy atentos".