Aún es una incógnita el paradero de los mellizos nacidos el 13 de julio y separados de su mamá, una mujer de 38 años que denunció el caso en la Justicia y que la fiscal de Casilda Lorena Aronne investiga como una posible operación de tráfico de bebés. Ayer la funcionaria judicial convocó y recibió al jefe comunal de Zavalla, Ignacio Mujica, para que amplíe información sobre el caso. También citó a personal médico del policlínico Eva Perón para aclarar puntos oscuros de la causa, pero faltaron a la convocatoria. En este hospital la denunciante recobró la conciencia cuando ya había parido, pero ni llegó a ver a sus bebés. Una mujer le dijo que habían nacido muertos, pero nadie le entregó ni los cuerpos ni los debidos certificados de defunción. La fiscal pidió "que si la principal interesada, la mamá, confía en la Justicia, entonces que la opinión pública también confíe y tenga paciencia con la investigación de un delito muy grave y difícil de desentramar".

Aronne señaló que "a medida que el tiempo pasa urge saber qué ha sido de los menores y dar con su paradero", pero consideró prudente considerar que la denunciante "es una persona en situación vulnerable, victimizada, con el impacto emocional, físico y hormonal del puerperio, agravado por esta situación de no poder discernir dónde dio a luz, y encima separada de sus hijos". Señaló que las fuerzas de seguridad provinciales y de frontera han sido notificadas de la búsqueda de estos mellizos, un varón y una nena, que nacieron hace tres semanas en un lugar todavía incierto.

La fiscal reveló que en los cuatro allanamientos realizados en Casilda "se secuestraron efectos que fueron enviados a peritaje y elementos que configuran indicios de que se esperaba la llegada de recién nacidos. Hubo un quinto allanamiento en el Policlínico Eva Perón, donde hay indicios de que la paciente sí estuvo alojada allí, pero la historia clínica no estaba en el lugar, como debería haber estado", informó. Por esta razón, Aronne aguardaba que personal y autoridades del hospital comparecieran ayer por la tarde en su despacho, pero la dejaron esperando.

La denunciante reside en Zavalla desde marzo, con su compañero y seis hijos. Padece diabetes y su hogar es una casilla precaria, a la que la comuna local le anexó una habitación y un baño, como parte del seguimiento del embarazo de riesgo que culminó el 13 de julio. La mujer, que en diálogo con Rosario/12 pidió mantener su nombre en reserva, contó que un matrimonio de Casilda la visitó cuando aún estaba encinta. Dijeron pertenecer a Cáritas y venir de parte de una empleada comunal a cargo del área social. "Me traían mercadería, decían que querían ayudarme, me preguntaban si quería dar a los nenes, y les dije que no".

Hasta entonces, ella -V. a los fines de esta nota- se atendía en el hospital Eva Perón, pero luego aceptó la invitación de aquella pareja que la llevó a controles con un obstetra en Casilda y en circunstancias, por lo menos, inusuales. "Me llevaban a una casa como de fin de semana, una sola vez fuimos al centro. Esquivábamos el peaje, íbamos por caminos de tierra. Cuando rompí bolsa vinieron a buscarme con un médico que hablaba raro, como de otro lado. Y me llevaron no sé adonde. Sé que estaba en una camilla, que me pinchó la mano y nada más. Por ahí recuerdo haber escuchado (a los mellizos) llorar. Me desperté en el Baigorria, me dieron un electro que ni siquiera es mío. Al otro día me vine en un remís, la doctora me lo llamó. Y mi marido me preguntaba dónde estaban los bebés. La señora me dijo que se habían muerto. Pero para mí se los llevaron, yo nunca dije que los iba a regalar", narró.

Consultada la fiscal acerca de por qué aún no citó al matrimonio casildense ni al obstetra que atendió el embarazo para preguntarle acerca del relato acusador de V., Aronne apeló a "la cautela que requiere investigar un delito tan grave como difícil". Explicó que por ahora no tiene elementos como para citarlos a una audiencia imputatitva, y que aún así "eso no garantiza que podamos hallar a los menores, que en este momento es la prioridad". Pidió entonces "que la opinión pública confíe y tenga paciencia con la investigación, como la principal interesada la tiene y confía en la Justicia".

El que sí visitó a la fiscal fue el presidente comunal de Zavalla, Ignacio Mujica, quien se mostró contrariado por la situación: "Tuvimos que explicar cómo actuamos desde la Comuna, y el tema de fondo es investigar dónde están estos chicos. Si nacieron muertos, dónde está el certificado de defunción? En Baigorria nos dicen que no estuvo internada, como ella dijo. Detrás de ésto hay tráfico de bebés", afirmó.