SANTA FE
Lo dijo ayer el titular de la cartera política, tras la fuga escandalosa del narcotraficante paraguayo en Reconquista. Relevó de la Unidad IV y la jefa Perazzo en la cuerda floja.
El escape de un narcotraficante paraguayo, Oscar "King Kong" Cardozo, detenido a principios de abril cuando transportaba casi 400 kilos de marihuana, pero que se evadió el martes de la Alcadía de Reconquista, sin siquiera forzar un picaporte, impactó ayer de lleno en la Casa Gris. Y dejó en la cuerda floja a la jefa de Policía de la provincia, Leyla Perazzo. El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, decidió intervenir la Unidad Regional IV de Reconquista y desplazar a su jefe, el comisario mayor Víctor Sarnaglia y a su plana mayor. Pero también interpretó la fuga increíble como un detonante: "La situación de la Policía de Santa Fe ha hecho crisis", admitió Rosúa. "Entonces, está pensando en ir hasta el hueso", le preguntaron. "A lo mejor hay que cortar el hueso", contestó el ministro que ahora se tomará 48 horas para designar una nueva cúpula de la fuerza que puede incluir la remoción de Perazzo. "Mi renuncia está a disposición desde el primer día, eso está dentro de las posibilidades", afirmó la funcionaria.
Rosúa se convirtió ayer en el vocero del enojo por la fuga de "King Kong". "Estos acontecimientos de Reconquista, generan un fuerte malestar en el Ministerio de Gobierno y en el propio despacho del gobernador", dijo el ministro. El narco paraguayo salió de la celda que ocupaba en la Jefatura de Reconquista sin ninguna dificultad. "Más que fugarse, yo diría que se retiró de la Alcaidía", ironizó el juez federal subrogante de Reconquista, Virgilio Palud, quien debía juzgar a Cardozo. La hipótesis de una evasión dolosa fue confirmada incluso por la propia doctora Perazzo. "Esto no hubiera sido posible sin complicidad policial. No hay forma que alguien se pueda escapar (de una celda) sin romper una ventana o sin romper una reja, si no ha mediado complicidad de alguien de adentro y por lo tanto alguien de la Policía", explicó.
Ayer, Rosúa anunció la reacción del gobierno:
* Intervino la Unidad Regional IX y desplazó a su jefe, el comisario mayor Sarnaglia quien alguna vez estuvo al frente de las Tropas de Operaciones Especiales y a la plana mayor.
* Envió a Reconquista al subsecretario de Seguridad Pública, Gustavo Peters; al subjefe de Policía de la provincia, comisario general Jorge Pallavidini para que reemplace a Sarnaglia hasta que se designe al jefe de la unidad y a dos brigadas de la Dirección de Asuntos Internos que depende de su cartera para que investiguen el caso.
* Ordenó detener a los guardias de turno de la Alcaidía entrante y saliente cuando se escapó "King Kong" y puso a disposición del magistrado todos los elementos necesarios para esclarecer la evasión, entre ellos el equipo informático de la Alcaidía.
El ministro dijo que Sarnaglia y los jefes separados del cargo quedaron "en disponibilidad" por imperio del artículo 114 de la ley 6769 del Personal Policial que Rosúa ya aplicó en el primer gobierno de Obeid para purgar las filas policiales de los represores de la dictadura, entre ellos José Rubén Lo Fiego. "La norma permite poner en disponibilidad a estos oficiales por un plazo de seis meses para analizar su conducta y después pasarán a retiro o volverán al servicio activo si no han tenido participación. En esto no hay ninguna transacción posible, es decir, una absoluta claridad en cuanto a la aplicación de normas legales contundentes como éstas", explicó.
-Entonces, ¿qué pasará con la jefa de Policía de la provincia? -le preguntaron.
-Lo voy a decir en términos generales. La situación de la Policía de la provincia ha hecho crisis, en definitiva, con estos acontecimientos de Reconquista que generan un fuerte malestar en el Ministerio de Gobierno y en el propio despacho del gobernador. Un malestar institucional y referido a la actuación de algunos jefes. Entonces, por razones de prudencia pido 48 horas de plazo o tres días, a más tardar, pero tengan la absoluta certeza que van a ocurrir designaciones y remociones, es decir, actitudes del Poder Ejecutivo tendientes a que la Policía se encuadre en algunos principios rectores de los que no debe salir: la búsqueda absoluta de eficacia en el trabajo policial que debe estar presidido por una decidida acción anticorrupción, hacia adentro y de apoyo a la comunidad, hacia fuera.
-O sea que está pensando en ir hasta el hueso.
-A lo mejor haya que cortar el hueso también concluyó Rosúa.
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