Desde Santa Fe

Más de un centenar de mujeres salió ayer a la calle en defensa de la directora y del administrador de la Casa de la Joven que están presos desde hace una semana por una investigación judicial por supuesta trata de personas. El encuentro fue en la esquina del Tribunal Federal de Santa Fe, donde se tramita la causa, convocado por una veintena de ex residentes de la Casa, colegas y amigas de los funcionarios, pero que reunió a una pluralidad de manifestantes, desde las Mujeres de la Victoria que reivindica las políticas nacionales hasta la Multisectorial de Mujeres, cercana al gobierno de la provincia. Allí se leyó una carta abierta al juez federal Reinaldo Rodríguez, a quien le pidieron que "investigue la verdad" y mientras eso sucede, les conceda a los detenidos la excarcelación que les negó el viernes. Ellas creen en la inocencia de la "dire" como llamaron a Griselda en uno de los carteles y de Cristian. "Nos resulta difícil entender por qué dos personas íntegras que han enfrentado a proxenetas y tratantes como tanta valentía, hoy estén encerrados como si ellas lo fueran", dijeron.

Las mujeres se concentraron frente al Tribunal. Ya la semana pasada, habían publicado una solicitada de "repudio a la denuncia contra la directora de la Casa de la Joven", con más de cien adhesiones. La firmaron legisladores nacionales y provinciales y la jueza de Menores de Santa Fe, Ana María Elvira, entre otros.

Ayer, desplegaron tres carteles para que puedan verse desde las ventanas del Juzgado. "La verdad somos nosotras", decía uno firmado por las "Chicas de la Casa de la Joven", las ex residentes que convocaron a la marcha. "Cris y dire ¡inocentes!", se podía leer en el otro. "¡Fuerza Griselda!", completaba el tercero. "Los hicimos con nuestras propias manos", explicó después Estela Vanesa Walker, una de las ex residentes de la Casa, que también trajo su propia carta y la leyó: "Fue con Griselda y todo el personal de la Casa con quienes aprendí a ser la mujer que hoy soy", dijo. "Por eso estoy acá, porque la Casa de la Joven me salvó la vida".

La abogada Susana Garesi, ex asesora de Menores en la justicia de la provincia, se encargó de leer otra carta que mandó un cura histórico de Santa Fe, Elbio Alberga, ex capellán de la Casa de la Joven durante 25 años, que "no pudo venir por su edad", contó. "Como sacerdote y amigo tengo de Griselda un claro y limpio concepto de su persona y de su entrega directiva escribió Alberga . Y ciertamente, rechazo lo que en estos momentos se aduce, hiriendo y manchando su dignidad y la verdad de los hechos. Espero una clara resolución (del tribunal) y la justa reparación de este injusto momento", agregó el cura.

Por último, una amiga de Griselda y asistente social como ella, Cristina Cura, leyó la carta al juez Rodríguez. "Nos convocamos para defender a una compañera y a un compañero acusados por un delito aberrante como es la trata de personas. No tenemos ninguna duda respecto de la ética, la honestidad y la responsabilidad de estos dos trabajadores que durante muchísimos años, vienen defendiendo a niñas y adolescentes cuyos derechos fueron vulnerados".

"Señor juez: no somos abogadas, pero quisiéramos saber si al haber adoptado una medida tan extrema como es la privación de la libertad se han escuchado otros testimonios: el de las mujeres que en su adolescencia conocieron desde adentro la Casa de la Joven, porque vivieron allí".