La ministra de Educación provincial, Claudia Balagué, fijó ayer la última semana de enero como el momento en el que convocará al gremio docente a reabrir la paritaria para el sector. Pero supeditó esa decisión y el piso de negociación salarial a la puja de nivel nacional que libra el titular del área, Esteban Bullrich con las centrales de trabajadores de la educación. "De allí tomaremos una referencia", avisó la ministra.

Será la primera negociación colectiva de trabajo que abrirá las deliberaciones en el sector estatal, y llega en días atravesados por el malestar que el ministro de Hacienda de la Nación, Alfonso Prat Gay, causó en los gremios al chicanear con que "cada sindicato sabe hasta donde arriesgar salarios a cambio de empleos".

La bravata cayó como una amenaza tendiente a condicionar las paritarias en ciernes, y el repudio abarcó todo el arco gremial.

Ayer la ministra Balagué dijo por LT10 que en el gobierno provincial estiman que "entre la última semana de enero y la primera de febrero se realizarían las primeras reuniones formales" con los sindicatos de la educación santafesina.

Para ese entonces, ella espera que la paritaria nacional haya avanzado en términos concretos, sobre todo en lo salarial, como para tomar ese parámetro y elaborar una oferta a partir de allí. "Esperamos que haya alguna referencia de la paritaria nacional que pueda guiarnos hacia un marco de negociación", explicó Balagué. Y resaltó que en períodos anteriores no hubo conflictos graves con los gremios que representan a los docentes, con quienes valoró mantener un "diálogo permanente".

En este contexto, el secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, planteó la emergencia salarial del sector. "Si quieren indicadores evaluativos similares a los de Finlandia, deben pagar salarios finlandeses, no estos salarios paupérrimos", dijo el sindicalista. Al respecto, Balagué separó esa aseveración y circunscribió el planteo a "la situación particular de siete provincias del país que debieron ser asistidas por el gobierno nacional".

Calientes

El horno no está para bollos en el plano gremial. Desde que el presidente Mauricio Macri desplegó las primeras medidas económicas, entre las que sobresalió una abrupta liberación del tipo de cambio y la consecuente devaluación que alimentó la escalada de precios. Por eso corren los primeros efectos de la ofensiva gubernamental.

El Sindicato de Trabajadores Municipales ha sido el primero en cantar un número concreto sobre lo que pedirá en paritarias: 40 por ciento de aumento. Lo dijo su secretario general, Antonio Ratner, quien expuso: "Los trabajadores no pidieron cerrar el año anterior con un 35 por ciento de inflación y con una devaluación del 40 por ciento y con un plan económico improvisado y sin certidumbre". Por lo tanto, infirió: "Hoy es imposible recuperar el salario sin el 40 por ciento de incremento y paritarias semestrales", dijo.

La advertencia, rayana en la amenaza, del ministro de Hacienda acerca de que la puja salarial puede poner en riesgo fuentes laborales incendió a la dirigencia gremial. "Las paritarias deben ser libres, repudiamos los condicionamientos", dijo la titular de Amsafé, Sonia Alesso en las redes sociales. El mismo Ratner calificó lo dicho por Prat Gay como "declaraciones amenazantes, contrarias a la responsabilidad debida al momento de discutir salarios o empleo".

La UOM, que nuclea a los metalúrgicos, se sumó al repudio. El titular de la seccional Rosario, Antonio Donello, consideró aquello como "extorsivo y antipopular", y anticipó que el aumento pretendido del sector estará "acorde con aumentos de precios del 30 por ciento y una devaluación del 40 por ciento". Entonces replicó: "No daremos marcha atrás en derechos adquiridos y no permitiremos ni suspensiones ni despidos. Esto -prosiguió el metalúrgico- no son los '90 donde había menos organización del movimiento obrero, hoy el trabajador es consciente de las conquistas y las defenderemos en cada lugar de trabajo", avisó.

El titular de la UOM también posicionó entonces el perfil de demanda que va construyendo el arco gremial y afirmó: "Los salarios fueron muy deteriorados y la paritaria debe estar a la altura. Pelearemos por eso", concluyó Donello.