SANTA FE
Lo admitió ayer el juez federal de Reconquista Virgilio Palud, quien relaciona la suerte de estas causas con el escándalo que terminó sacando de sus cargos a jefes de Drogas Peligrosas.
El juez federal de Reconquista Virgilio Palud, se reunió ayer con Gabriel Leegstra responsable de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, y confirmó que los cambios en la ex Dirección de Drogas Peligrosas se produjeron luego de escuchas telefónicas que por azar descubrieron nexos de un reducidor de autos robados con dos jefes antinarcóticos. El magistrado reconoció que "había causas importantes que estábamos trabajando que se iban muriendo de golpe. Ahora las estoy analizando, estoy viendo cuál es el hilo conductor que nos lleva al desplazamiento de estos funcionarios de Drogas y ver qué tipo de intervención pudieron haber tenido".
-¿Los cambios en la Dirección de Drogas Peligrosas se dispararon cuando se detectó la compra de unos 300 kilos de marihuana en Paraguay por parte de dos jefes de esa brigada, reveladas en escuchas telefónicas sobre un reducidor de autos robados?.
-Si, esta historia la he escuchado y tengo entendido que fue de ese modo: que en otra investigación en la que se estaban haciendo escuchas telefónicas a una persona relacionada con un desarmadero de automotores, aparecen estos funcionarios de Drogas Peligrosas en la conversación, pero desconozco el matiz de la conversación. A raíz de eso es que se atan cabos y llama poderosamente el desvío de la comisión policial que tenían autorización para viajar a Santiago del Estero y terminan apareciendo en Clorinda".
En rigor en el área de Drogas con cabecera en Santa Fe fueron removido el jefe de operaciones, Rubén Martorell, y el de inteligencia, de apellido Reina. Ambos quedaron comprometidos al establecerse que una comisión que debía ir de misión oficial a Santiago del Estero, para la cual fueron usados vehículos y logística de la dependencia, en realidad estuvo en Clorinda, Formosa, frente a Asunción del Paraguay. Además, una intercepción telefónica del Juez José Manuel García Porta, detectó por azar comunicaciones de oficiales con una red dedicada al robo de automotores.
En ese sentido, Palud consignó que se encuentra trabajando en los expedientes y "analizándolos con mucha preocupación porque causas importantes que se estaban estudiando, se caen misteriosamente. Estoy por estos momentos tratando de encontrar el hilo conductor entre todas, que originó el desplazamiento de los funcionarios de la Dirección de Drogas Peligrosas y qué intervención pueden haber tenido", dijo el magistrado.
En tanto, en el encuentro que mantuvo con Leegstra, le planteó "todos los interrogantes que tengo y llego a la conclusión de que mis interrogantes no eran ajenos a la caída de los funcionarios porque se demostró que había algún grado de relación entre gente dedicada a este tipo de actividades y los efectivos y sino deberán explicar a qué fueron a Clorinda y con un móvil no identificado", denunció.
Si bien insistió en reiteradas oportunidades en que los expedientes están en pleno análisis y en que "habrá que esperar para ver qué derivaciones puede tener todo esto", calificó al descabezamiento que se produjera en esta ciudad como "una medida correcta porque esta gente está, al menos, sospechada".
Por otra parte, se lamentó de que sucedan este tipo de acontecimientos debido a que "el mensaje que se le transmite a la sociedad es que los funcionarios que deben controlar que el narcotráfico no siga pululando por el país, son los que tienen relación con esto". Y agregó que "lo que me preocupa es que hay gente muy honesta deslomándose y poniendo plata de sus sueldos para desplazarse a realizar operativos a distintos puntos, porque la Dirección de Drogas Peligrosas tiene un magro presupuesto. En ese sentido debo felicitar a la gente que trabaja en el juzgado de Reconquista", aseguró.
En tanto, en Rosario se resolvió el desplazamiento de los dos principales Jefes: el del área de inteligencia, comisario Fernando Scabuzzo, y el de la Brigada Operativa Departamental, comisario Carlos López, aunque no se difundieron los por qué de los relevos.
En verdad entre 2001 y 2005, en Rosario, hubo anomalías policiales detectadas en juicios de 21 casos de narcotráfico y se verificó que varios uniformados desplazados por esas situaciones irregulares salieron de esa dependencia pero siguen prestando funciones en otras áreas de la policía de Rosario.
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