Si hablar de política en enero es de muy mal gusto para casi todo el mundo, leer sobre política es pecaminoso y escribir sobre ella es directamente ser lucifer en pinta. Pareciera que es necesario y hasta imprescindible desenchufarse de todo lo que durante el resto del año nos satura. Por eso existe el añadido "de verano" para justificar cualquier liviandad estival. Tenemos programas de verano, literatura de verano, música de verano, entre otras actividades culturales. Entonces, podríamos denominar a este artículo como: "Primarias 2007: análisis de verano" así justificamos si le resulta bajas calorías.

Este año de lo que podemos estar seguros es que tendremos que votar varias veces. Por un lado, tendremos la elección a cargos nacionales y por otro, a cargos provinciales y comunales. Al derogarse la ley nacional de internas abiertas no habrá este tipo de elección para cargos nacionales, sin embargo, pueden realizarse internas por parte de cada partido para disputar los cargos a nivel interno para esa elección nacional. Este sistema de internas abiertas a nivel nacional fue instaurado en el 2002 cuando se utilizaba masivamente la frase "que se vayan todos" y casi no se utilizó. Para su información, aunque con algunos matices y demagogias todas las fuerzas políticas apoyaron su derogación. Lo cierto es que desde los partidos más grandes a los más pequeños no quieren internas abiertas. Es más ni siquiera quieren internas partidarias.

En Santa Fe, haciendo gala de autonomía y federalismo, tenemos un nuevo sistema electoral (ley 12.367 y decreto 428/05) que utilizamos por primera vez en el 2005 para elegir solo representantes comunales. Las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (en adelante PASO) sistema electoral que vino a reemplazar a la criticada ley de lemas será utilizada en toda su extensión en julio de este año. Se elegirá: gobernador, senadores y diputados provinciales, intendente y concejales y comisiones comunales en su caso. El Ministro de Gobierno ya comenzó a reunirse con los distintos partidos políticos para acordar el diagrama electoral. La propuesta consiste en realizar las PASO el 1° de julio y la elección general el 2 de setiembre dado que las PASO deben realizarse de 60 a 90 días corridos antes que la general.

Las PASO son obligatorias en un doble sentido. Obliga a ejercer a los ciudadanos su derecho a votar y obliga a los partidos o alianzas a participar del sistema aunque presenten lista única. Es decir, de las PASO nadie se salva si lo vemos como obligación y por las PASO se salva la democracia si lo vemos como instancia trascendente de participación ciudadana. Por lo tanto cuando se escucha hablar a precandidatos sobre si se deben definir las candidaturas por internas o por consenso lo que se quiere decir es si llegan a las PASO con lista única o con listas separadas. Está claro que llegar a las PASO con lista única es desnaturalizar el sistema ya que lo que se busca es que haya internas. También resulta inútil y hasta ilógico pretender realizar una elección partidaria interna antes de las PASO ya que justamente para eso están las PASO aunque de alianzas electorales se trate.

Entonces surgen varias preguntas: ¿fue un avance derogar la ley de lemas? Consideramos que sí y propiciamos su abandono. No porque fuera un mal sistema sino porque fue muy mal utilizado y desnaturalizado. Lo cierto es que la ley de lemas ayudó a destruir la democracia interna de los partidos, los vació de plataformas y de debate, desvirtuó la voluntad popular con el festival de sublemas y deslegitimó a los que ganaban elecciones con pocos votos propios.

¿Es bueno el sistema de PASO? Es un gran avance pero no deja de ser un parche dentro de una engorrosa legislación electoral obsoleta. Debe actualizarse toda la normativa e instituciones en materia electoral, incluido el Tribunal Electoral como ya lo propuso la misma Corte Suprema de Justicia de Santa Fe que encabeza el Tribunal encargado de fiscalizar la actividad electoral. No somos dogmáticos ni adoradores de instituciones. Lo que si creemos es que las leyes deben ser eficaces (aceptadas y cumplidas) o deben modificarse por formulas superadoras.

¿Está bien la obligatoriedad? De que los ciudadanos se vean obligados a ejercer su derecho a votar no presenta obstáculos a nuestro parecer. Cuantas más instancias de participación haya mejor. Padecemos un poco de gataflorismo social. Si no hay participación nos quejamos. Si nos obligan a participar nos quejamos. De que los partidos tengan que concurrir a las PASO aunque presenten lista única tampoco lo valoramos negativamente. La ley incentiva la participación y el debate partidario o de las alianzas electorales. Claro que puede ser mejor y más cómodo que cada uno arregle sus problemas internos dentro de cada partido y que participe el que quiere y el que no que se quede en su casa y que después no se queje. Pero no es lo conveniente aquí y ahora. Hoy es necesario lograr el mayor compromiso de todos.

Las PASO son las reglas de juego que están vigentes desde hace un tiempo y lo mejor es jugar con las reglas predispuestas. Si las reglas se quieren cambiar deberá dejarse para un futuro electoral lejano. Presentar lista única es legal pero es una manera de salirse del camino elegido. Nadie puede criticar el consenso interno para elegir candidaturas pero si ese consenso es real, no virtual. Para nosotros, la legitimación que brindan las PASO es inigualable. Quizá sea una legitimación no necesaria para el electorado, lo veremos en las elecciones.

*Profesor de Derecho Constitucional U.N.R. [email protected]