Santa Fe volvió a ser ayer una ciudad sitiada. El frente de tormenta que azota a media provincia echó a volar los fantasmas del río Salado. Una lluvia torrencial de casi 180 milímetros en pocas horas causó estragos en los barrios del oeste ﷓los mismos que sufrieron la catástrofe del 29 de abril de 2003﷓ y dejó a cientos de familias inundadas con más de medio metro de agua en sus viviendas. La bronca detonó en puntos claves: piquetes de vecinos cortaron la autopista Santa Fe﷓Rosario a la vera de las Barranquitas, el acceso al puente Carretero frente a la cancha de Colón y la ruta 168 a Paraná frente a La Guardia. Más tarde se agregaron otros cortes en la ruta 11, en la avenida Ricchieri de Santo Tomé y en la ruta 2 en la zona de Monte Vera. Santa Fe quedó aislada durante gran parte del día. La tensión se reflejó también en las vías troncales convertidas en un mar ante el colapso del sistema de desagües: en la avenida Facundo Zuviría y Gorostiaga un comerciante desesperado intentó cortar el tránsito con su propio vehículo, hasta que un camión intentó pasar. El acompañante del camionero se bajó con una escopeta recortada y amenazó al piquetero: "¡Sacá el auto o esto termina mal!".

A media tarde el tiempo comenzó a mejorar y aflojó las tensiones. Los vecinos de los barrios Chalet y Varadero Sarsotti levantaron el corte en el acceso al puente Carretero, donde algunos automovilistas que hacían cola para pasar a Santo Tomé denunciaron asaltos y el cobro de peaje, según informó la emisora LT10.

"En Varadero Sarsotti hay 700 familias afectadas y la mayoría tienen problemas de agua: 40 o 50 centímetros adentro de su casa. Acá la mayoría vive de los planes sociales, del cirujeo, son familias muy carecientes. Alrededor de las cuatro de la mañana llamamos a la Municipalidad de Santa Fe para advertirle que el barrio ya tenía mucha agua, que necesitamos una bomba extractora y que vinieran a evacuar gente. Pero nadie hizo nada. Le pedíamos que nos ayuden y no lo hicieron", dijo uno de los vecinos cargado de impotencia.

Otra vecina del barrio Chalet fue más enfática en sus demandas para que se concreten las obras públicas que nunca se hacen. "Estamos hartos y podridos de que cada vez que llueve pase lo mismo y se repita el dolor de hace cuatro años", dijo María Claudia Albornoz.

Al caer la noche, el piquete de las Barranquitas, en el acceso a la autopista Santa Fe﷓Rosario, cerca de Iturraspe y Perón, ya había cambiado su método de protesta: los vecinos sólo cortaban una calzada por vez, lo que permitía la entrada y salida de vehículos desde y hacia el sur de la provincia.

En cambio, el corte sobre la ruta 11, en la avenida Ricchieri de Santo Tomé, en la zona de los moteles, se mantuvo algunas horas más. Y lo mismo ocurrió en la ruta 168 a Paraná, en la zona de La Guardia, donde los vehículos llegaron a tener demoras de hasta una hora y media. La fila de camiones y autos se veía desde el puente Colgante.

Los vecinalistas se pusieron al frente del piquete en la ruta a Paraná. "Yo quisiera saber dónde está el Comité de Emergencia porque evidentemente no existe", dijo el presidente de la vecinal de La Guardia, Alberto Gauna. "En la costa hay un malestar terrible por esta situación que estamos viviendo", agregó su colega de Colastiné Norte, Antonio Yapur. Ya habían pasado doce horas de la primera demanda de bombas extractoras que ayuden a desagotar los barrios. "Pedimos las bombas el martes alrededor de las diez de la noche y desde la Secretaría de Asuntos Hídricos de la Municipalidad nos dijeron que ya no tenían más equipos disponibles porque todos estaban afectados a otros sectores de la ciudad. Nosotros también tenemos agua por todas las calles y no podemos recurrir a ningún funcionario público porque todos están ocupados", se quejó Yapur.

Alto Verde, frente al puerto de Santa Fe, protagonizó otra protesta cuando un centenar de afectados reclamó que se ponga en marcha una bomba que no funciona desde el martes. "Tenemos más de un metro de agua en las calles. Nos estamos ahogando, y algunos ya quieren salir pero no hay quien los venga a buscar", dijo uno de los vecinos.

El secretario de Asuntos Hídricos municipal, Horacio Ruiz, reconoció que la ciudad estaba "seriamente afectada" afectada por la tormenta, y confió que "la situación se regularice rápidamente si afloja un poco la lluvia, ya que las bombas están funcionando". Los barrios con mayores complicaciones eran Pompeya, San José, callejón Roca, Altos de Noguera y Las Delicias, entre otros. Ya había unos 1.000 evacuados.