El PJ santafesino prácticamente consagró ayer a Jorge Obeid como el padre de la derrota electoral del 23 de octubre: aceptó su renuncia a la presidencia del consejo provincial partidario -y también la del vicepresidente Alberto Hammerly﷓ y tomó nota de la confesión pública del gobernador. "Que Obeid renuncie al partido y asuma su parte de la derrota es un acto de realismo y una forma de sincerar la situación porque no se puede reprocharle responsabilidad a los que no fueron artífices", de la debacle en las urnas, dijo el diputado nacional Julio Gutiérrez. Una forma de cargar la mochila de Obeid y liberar la de Carlos Reutemann, como para preparar el retorno de Lole a la Casa Gris en 2007. El pase de facturas alcanzó también a uno de los consejeros de mayor confianza de Obeid: el diputado provincial Ariel Dalla Fontana y al operador presidencial y fogonero de la Liga de Intendentes, Juan Carlos "Chueco" Mazzón, a quién los reutemistas acusaron por "dividir al PJ".

El plenario del partido oficial no tuvo la pimienta política de otros tiempos, pero sirvió para la catarsis y el corrimiento en los cargos. Obeid y Hammerly serán reemplazados como presidente y vice por Norberto Nicotra y Angel Baltuzzi. Aunque la declinación del gobernador dejó al PJ en manos de los amigos de Reutemann. Nicotra ﷓identificado con el presidente Néstor Kirchner﷓ será el número uno, pero atrás tendrá la escuadra reutemista: Baltuzzi, Gutiérrez y los otros que ayer compartieron la cabecera de la mesa: la senadora Roxana Latorre, el diputado nacional Jorge Giorgetti, el senador provincial Ricardo Spinozzi y el ex ministro de Gobierno, Carlos Carranza, quien hoy oficia como el jefe de asesores de Reutemann.

La reunión estaba prevista para las 11, pero comenzó pasado el mediodía. En un primer momento, intentaron limitarla a los consejeros provinciales pero después dejaron pasar a varios dirigentes de los departamentos que pretendían sumarse al plenario. Algunas voces subidas de tono se filtraron por las puertas, pero si hubo algún entredicho quedó entre cuatro paredes por aquello que recomendó Reutemann: "hacer la autocrítica sin parlantes ni micrófonos" y con la prensa lo más lejos posible.

"Hemos hecho una autocrítica y un análisis importante de los resultados electorales", dijo el diputado Gutiérrez, uno de los quedó afuera de la lista de candidatos del Frente para la Victoria a pesar de que fue propuesto por el propio Reutemann. En el sube y baja antes del cierre, uno de los nombres que más sonaba era el Hammerly, pero después Lole propuso a Gutiérrez, aunque ninguno de los dos aparecieron en la lista que encabezaron Agustín Rossi, Ana Berraute, Carlos Parola y el radical Juan Silvestre Begnis, los cuatro electos.

Ayer Gutiérrez recordó aquel armado político, aunque sin hacer nombres. "La lista de candidatos a diputados nacionales del Frente para la Victoria no se definió en el seno del PJ y cuando salió hubo una discusión muy dura en el partido, pero una vez que estaba en la calle había que apoyarla", dijo el legislador.

El PJ difundió después un documento que ratifica los liderazgos de Kirchner y Reutemann en la provincia Acepta las renuncias de Obeid y Hammerly. Y plantea cursos de acción política para 2006 ﷓como recorrer la provincia y hacer encuentros regionales "porque con el cambio de las reglas de juego electorales, evidentemente el PJ debe tener un rol más protagónico y activo que el que tuvo cuando funcionó la ley de Lemas", opinó Gutiérrez.

-¿Reclamarán al gobernador Obeid una relación más fluida con el PJ y con los bloques legislativos?

-Eso se planteó y se plasmó en el documento. Y habrá que hacer alguna reunión con el gobierno para que la relación sea más fluida.

-¿Los pases de facturas tienen nombre y apellido?

-Algunos pueden tener nombre y apellido: los que armaron esta estrategia electoral, aunque por supuesto, las responsabilidades no son las mismas.

Pero evidentemente, la renuncia del gobernador a la presidencia del partido y haber asumido él su parte en la derrota me parece que ha sido una actitud de realismo -comentó Gutiérrez.

-Entonces, ¿Obeid es el padre de la derrota?-, preguntó una colega.

-El lo ha manifestado. Renunciar al partido y expresar públicamente que se hacía cargo de la derrota para profundizar su acción de gobierno, me parece que fue un acto de realismo que hay que rescatar y una forma de sincerar la situación porque no se puede hacer cargo de responsabilidades a los que no fueron artífices de la arquitectura electoral﷓, concluyó el legislador.