"Nunca tuve un caso así", dijo ayer el juez José Manuel García Porta (Instrucción 2º) que investiga si un suboficial de la Policía santafesina de 33 años, Miguel Angel Echagüe, obligó a su propio hijo de 9 a matarlo con su propia pistola reglamentaria. Echagüe había sido separado hace muy poco de las Tropas de Operaciones Especiales y trasladado a la Unidad Regional I. El martes al mediodía, apareció muerto en el dormitorio de su casa, en el barrio Los Hornos, con un disparo en el tórax. Las primeras investigaciones revelaron que el arma homicida era su pistola reglamentaria y un dermotest encontró rastros de pólvora en las manos del niño.

"Si bien el chiquito me dijo en el lugar del hecho que él mató a su padre porque éste se lo exigió, como es menor, un inimputable absoluto, vamos a esperar los estudios sicológicos para ver la veracidad (del relato) porque a veces el comportamiento de los menores no es igual al de los adultos", dijo García Porta. Ahora, el pequeño es asistido por sicólogos del Comité de Maltrato Infantil del Hospital de Niños, Orlando Alassia.

El drama se desencadenó el martes alrededor de las 13, en una modesta vivienda del barrio Los Hornos, en el cordón oeste de Santa Fe, donde el suboficial Miguel Angel Echagüe vivía con su esposa y su hijo. Fue ella la que escuchó el disparo en el dormitorio, abrió la puerta y encontró a su marido, recostado en la cama matrimonial, con el pecho ensangrentado. La mujer llamó inmediatamente a la Policía.

El pedido de auxilio movilizó no sólo a socorristas del servicio de emergencia y a investigadores. Uno de los primeros en llegar a la casa del barrio Los Hornos fue el propio jefe de la Unidad Regional I, comisario Juan Faustino Ruiz, a quien acompañaba el juez García Porta. "Fuimos al mediodía con un grupo de mujeres y hombres policías. En un primer momento, pensamos que era un suicidio", dijo Ruiz por una emisora de Rosario. "Pero después, vino el nene llorando, desesperado, a hablarme. Lloraba y se tomaba sus manitos. Y nos habló al juez García Porta y a mí. Nos dijo, en medio del llanto, que su padre le ordenó y lo presionó para que lo matara", agregó. Ese mismo martes, pero a la tarde, comisario Ruiz tenía una entrevista con el suboficial Echagüe para evaluar su traslado desde las Tropas de Operaciones Especiales a la Policía de Santa Fe.

La oficina de prensa de la Unidad Regional I calificó al drama como "un grave incidente en el cual se halla involucrado un menor de nueve años de edad, del grupo de familia del policía fallecido''.

El juez García Porta coincidió con el relato del comisario Ruiz, pero aclaró que la veracidad de la historia será puesta a prueba en entrevistas que el chico tendrá con un equipo de sicólogos. Hoy, el pequeño es asistido por el Comité de Maltrato Infantil del hospital de Niños Orlando Alassia de Santa Fe. "Vimos al nene muy triste, compungido, hablaba poco, pero a prima facie lo nos dijo tiene asidero. Estaba muy shockeado y esto habla a las claras de un grave trauma familiar", señaló el magistrado, quien admitió que en sus 30 años de carrera judicial éste es uno de los casos que más lo conmovió. "Nunca me tocó un caso así".

"Se hizo la autopsia y se comprobó que este agente las TOE murió en su casa por disparo de arma de fuego en el pecho. Respecto a la intervención de un tercero, en este caso un menor, hay que tomarlo con mucha cautela y prudencia", dijo García Porta por LT9. "Si bien el chiquito me dijo que él mató a su padre porque éste se lo exigió, como es menor vamos a esperar los estudios psicológicos para ver la veracidad del relato porque a veces el comportamiento de los menores no es igual al de los adultos. Y una vez finalizados todos los estudios veremos si realmente él esta involucrado o hay alguien más. Vamos a esperar los resultados", insistió el magistrado.