La llegada del mendocino Juan Carlos Ferreyra, goleador con 17 tantos del último torneo ecuatoriano despertó una tenue ilusión en Ricardo Lombardi, quien tiene depositadas buenas expectativas en el atacante, y según lo reconoció hace algunas horas a Rosario/12. Pero el propio entrenador, igual que los hinchas de Ñuls, espera por más refuerzos y la ansiedad por conocer los tres nombres restantes los mantiene interesados en lo que ocurre minuto a minuto con las negociaciones que se llevan adelante desde las oficinas del presidente Eduardo López. Pasó la nochebuena y el primer regalo llegó desde el norte de Sudamérica. Ahora habrá tiempo para que entre los instantes finales del año y la llegada de los reyes, el plantel reciba los alicientes necesarios para espantar los fantasmas y meterse en la cabeza que lo que viene también está a su alcance, con lo que podrá sumar verdaderos refuerzos.

Mientras los goles de Ferreyra quedaron blindados con los colores rojinegros, hay dos negociaciones que están muy avanzadas y podrían entregar un final de un momento a otro. La llegada de un volante está atada a dos opciones que el máximo dirigente del club lleva adelante para satisfacer uno de los pedidos del entrenador, quien desde hace varios días insiste con la inminente llegada de un mediocampista. Los nombres de los pretendidos no saldrían de Cristián Pellerano, un jugador por el que Ñuls ya realizó un intento cuando todavía era jugador de Nueva Chicago y antes de ser transferido a Racing, mientras que el devaluado Nicolás Cabrera, quien no respondió a las expectativas en la entidad de Avellaneda, es el otro futbolista apuntado. Aunque en su caso la chance es menor debido a que el grupo empresario que lo adquirió a Gimnasia La Plata en 3 millones de dólares pretende recuperar el dinero invertido y la cifra supera ampliamente la erogación que tiene planeada realizar la dirigencia del Parque Independencia.

Una fuente cercana a Eduardo López señaló a este diario que otra de las gestiones que habría sufrido un vuelco favorable para los rojinegros es la que se lleva adelante por Lucas Castromán, quien sufre severas críticas por parte de la prensa mexicana a partir de expulsiones infantiles que dejaron al equipo azteca en inferioridad numérica, como en la final de la Copa Sudamericana ante Arsenal. El ex Vélez, quien llegó en junio pasado a Las Aguilas tras firmar un importante contrato por 3 años, es uno de los hombres del gusto personal del presidente y que "Caruso" acepta, pero que no estaba en su lista de prioridades para el equipo que pretende armar en el 2008.

En cuanto al supuesto interés de Boca -impulsado por los referentes como Martín Palermo, no compartido por el nuevo cuerpo técnico que encabezará desde esta noche Carlos Ischia y la dirigencia xeneise- por Rolando Schiavi, la intención de Ñuls es no desprenderse del defensor, y antes de cualquier intento hizo saber que no será negociado en este momento y le colgó el clásico cartelito de intransferible. Es que el "Flaco" le ha dado al equipo en el fondo una seguridad que estaba necesitando y, como si fuera poco, también le dio algunos goles que fueron clave en su momento.