Desde la puesta a punto, Central volvió con algunos detalles preocupantes. Las lesiones de Martín Arzuaga y Cristián González, en menor escala, coartan la libertad de Leonardo Madelón para formar el equipo que 10 de febrero debe jugar ante Boca. Nada menos. En fútbol, el término pretemporada incluye varias acepciones. Es el tiempo de buscar la base física para responder durante toda la competencia posterior. Sirve para unir a los grupos, es otra de las definiciones que redundan. Las lesiones musculares no son tema menor y pueden darse pese al mayor control que los preparadores físicos tienen sobre los futbolistas.

Arzuaga se estaba poniendo bien, recuperando ese pique en potencia que le hace ganar terreno en los metros finales. Por esta razón se le pidió un poco más. Para tenerlo en plenitud durante el torneo. Con este desgarro su vuelta habrá que anunciarla para la segunda o tercera fecha. Lo del Kily es diferente pero abre otra página de preocupación. El dolor con el que dejó Mar del Plata, secuela de una lesión mayor que sufrió en el Inter, lo tendrá con menos capacidad en los próximos días. Y un hombre de su recorrido necesita estar siempre diez puntos para no entregar ventajas. Será clave para él recuperar el juego que lo distinguió durante tantos años por las canchas europeas.

El posible arribo de Federico Higuaín puede significar el salto de calidad que se necesita del medio hacia arriba. Como media punta asistiendo a Vizcarra, junto a Messera en la creación, o como enganche exclusivo si el ex Gimnasia no encuentra su mejor rendimiento.

Con Ribboneto Central sumó a una defensa que deberá solidificar el trabajo que sus compañeros harán en ofensiva. Además de sangre de campeón trae experiencia, voz de mando y un gran juego aéreo en las dos zonas de riesgo. Junto a Raldes entregará buenos dividendos.

Alexis Danelón fue quien más exprimió la pretemporada. El juvenil emerge como el lateral por derecha ausente desde la partida de Paulo Ferrari. Durante los amistosos que se disputaron en La Feliz mantuvo un buen nivel en medio de una actuación grupal que fue decreciendo.

El Kily recordó antes de la partida desde Mar del Plata que el plantel está compuesto por un 95 por ciento de futbolistas nacidos en el club. Está en la vereda correcta si imagina que por esa razón el compromiso será mayor. Pero tampoco será tan positiva esta parte fundamentalista que los jugadores-hinchas llevan en sus entrañas. La dicotomía entre corazón caliente y cabeza fría deberá estar más afinada que nunca. Los errores ya no se podrán repetir a graneles como el campeonato pasado.

Pese a las bajas y a su única incorporación, Central muestra cartas interesantes para dar pelea. Será sustancial recuperar la mística en Arroyito y aprovechar la mayor jerarquía ante los rivales directos. El plantel auriazul tiene mejores jugadores que al menos 12 ó 14 clubes de primera. Falta redondear un gol más en la red para respaldar la teoría.