"Aceptemos las disculpas y miremos a nuestro verdadero adversario, que es Gimnasia y Esgrima de La Plata", propuso Gustavo Alfaro, puertas adentro, en un vestuario que tenía a los jugadores escuchando las explicaciones de Manuel Usandizaga, sobre las amenazas y descalificaciones vertidas por su padre días atrás. "Es un hombre de la política, no del fútbol, y que cometió un error", subrayó el asesor legal que acudió al entrenamiento a llevar "las disculpas" del presidente. Resultado de ello, Cristian González, en representación del plantel, entendió a los "hombres falibles", sumándose a la vertiente comprensiva alzada por la dirigencia. No así el gremio, que por medio de su titular Sergio Marchi "no tolera estas manifestaciones injuriosas" e interpretó que "generan violencia".

Los índices de popularidad de Horacio Usandizaga no dejan de crecer, ni siquiera cuando muestra su cara dirigencial más torpe. Con claro acento de demagogia, el presidente "canaya" disparó contra los jugadores y se deshizo de códigos futboleros fundacionales,

como dar a conocer cuánto ganan los futbolistas. "Estas cosas no las entiendo", aclaró Julio Grondona presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, en clara defensa de los acuerdos implícitos que reinan en el mundo de la redonda.

Pero la agitada jornada de ayer comenzó con la aparición en el entrenamiento matutino de Manuel Usandizada, el tesorero Hugo Ruggiero y el vocal Juan Di Felice. "Vengo a traer las disculpas del presidente. Cometió un error, se equivocó y traigo una carta firmada donde se disculpa", dijo Manuel al salir del vestuario.

Minutos antes de ellos, puertas adentro, en Palos Verdes, dirigentes, jugadores y cuerpo técnico concertaron una reunión para "unir las partes en conflicto". Los futbolistas confiaron sentirse "ofendidos y dolidos", pero al tomar la palabra Walter Ribonetto y Ezequiel González no dudaron en respaldar la conducción que lidera el Vasco. Aquella lectura benévola sería reflejada en el comunicado leído por Cristian González en nombre del plantel: "Queremos manifestar nuestro dolor y sentimiento por esta situación. En primer lugar queremos transmitirles que nosotros somos los primeros interesados y comprometidos en intentar que Central vuelva a recuperar el lugar histórico que hoy, por distintos motivos, perdió. Sufrimos más que nadie en la temporada anterior porque éramos conscientes de que detrás de nuestro esfuerzo estábamos defendiendo el sentimiento, el orgullo y la ilusión del hincha de Central". El Kily, luego, clamó por "la unión de todos", y lejos de reparar en algún repudio o rechazo a las expresiones del presidente, lo exoneró de cualquier reproche: "Sabemos que como hombres somos falibles y podemos fallar dentro de la cancha pero siempre nuestra actitud va en pos de conseguir lo mejor. Como podemos fallar adentro, pueden los hombres fallar afuera privilegiando siempre la intención de buscar lo mejor para Central".

El comunicado estuvo en sintonía con los discursos pronunciado en el vestuario por los líderes del plantel. Entonces llegó el turno de Manuel, que se esforzó también por descompromir la situación: "El presidente cometió un exabrupto producto del carácter verborrágico que tuvo siempre, aunque ello no lo justifica", ponderó el hijo del Vasco. "Lo importante es que mi padre está arrepentido. Es difícil que pida disculpas porque es muy orgulloso, pero se las queremos pedir a los socios, a los jugadores, al cuerpo técnico y a la AFA", apuntó Manuel.

"El que conoce al Vasco sabe que conseguimos mucho más de lo que pensábamos", subrayó un dirigente, en alusión a la rectificación, al menos escrita, ofrecida por el presidente. "Debemos saber que el adversario de todos nosotros es uno y se llama Gimnasia y Esgrima (rival del domingo del primer equipo)", concluyó Alfaro, en intención de darle un corte a la polémica desatada por Usandizaga.