En Ñuls pasaron 14 días de construcción tras 14 años de destrucción. El club comenzó a vivir una etapa de nuevos aires tanto en lo deportivo como en lo institucional. Luego de las frases "No hay nada, no hay nada" o "Esto es Kosovo", expresadas por el presidente Guillermo Lorente al ver el estado lamentable en que halló la entidad, la nueva conducción y los hinchas rojinegros se pusieron en campaña para devolverle al club del Parque de la Independencia la gloria perdida.

Desde lo deportivo las decisiones tomadas en este breve lapso de tiempo dan la pauta que se quiere volver a las fuentes: el retorno de Jorge Griffa para comandar las divisiones inferiores, las llegadas de Gustavo Dezotti, Jorge Theiler y Ariel Cozzoni para aportar sus conocimientos y experiencias desde diferentes espacios y en particular la elección de Roberto Sensini, hijo pródigo, para comandar los destinos del primer equipo durante los próximos 18 meses, son claros ejemplos de una nueva idea de conducción. Y por si fuera poco, todo este proceso cuenta con el apoyo de glorias del club, como Marcelo Bielsa y Gerardo "Tata" Martino.

Otro punto del proceso lo forman los hinchas, que desde los primeros momentos tuvieron mucha responsabilidad y participación. Después el acto eleccionario, los simpatizantes se entusiasmaron para recuperar su club, no sólo por volver a ingresar en las instalaciones y comer asados en los parrilleros, sino también para dar una mano en la reconstrucción. Es por ello que los hinchas autoconvocados y las agrupaciones Militancia Leprosa y Dignidad Leprosa se hicieron cargo de la Subcomisión del Socio e Hincha que todos los días de 10 a 18 horas, recepciona y canaliza las ideas, los proyectos y las colaboraciones de todos los socios. En la administración de la institución no faltan personas que ofrecen su mano de obra para ayudar al club y otros que directamente llegan con materiales como pinturas, maderas o cualquier otro aporte que sirva para la construcción colectiva de la entidad del parque. Día a día se puede observar en las puertas del Coloso cientos de hinchas leprosos que llegan arremangados para poner manos a la obra, con un primer desafío puntual que es pintar el estadio para que en la primera fecha del próximo torneo, cuando reciba a Gimnasia de la Plata, el estadio vuelva a brillar.

En el plano netamente futbolístico el tema que más preocupa a los dirigentes es la continuidad del Ogro Fabianni. Las idas y vueltas hacen que no se llegue a un acuerdo entre el club y el jugador. Sueldos adeudados, propuestas de pagos, ganas de emigrar por parte del delantero, reuniones y más reuniones son los condimentos que hacen que la novela siga su curso. El Ogro tiene contrato hasta junio de 2009 y la cúpula dirigencial quiere respetarlo, pero por el lado del atacante, el supuesto interés de River e Independiente provocan las ganas de alejarse. Sumado a esto, también aparecen las palabras de Luis Islas, consejero del Departamento de Fútbol de Independiente, queriendo incorporar a una de las figuras de Ñuls, Hernán Bernardello y en contrapartida la idea de Sensini de mantener la base del equipo.

Han pasado sólo 14 días desde la asunción de las nuevas autoridades y los movimientos en Ñuls fueron muchos y variados. La realidad no es fácil, sobre todo en el aspecto económico, pero sobran las ganas.