2 Ñuls: Peratta (7); Pillud (3), Schiavi (6), Insaurralde (6), Quiroga (5); Bernardi (5), Bernardello (5); Sperdutti (4), Formica (5), Vangioni (8); Armani (5). DT: Roberto Sensini

2 Huracán: Monzón (6); Araujo (5), Goltz (-), Eduardo Domínguez (5), Arano (4); Leandro Díaz (7), Bolatti (7), Pastore (7), César González (6); Matías Federico (8), Nieto (8). DT: Angel Cappa

Goles: PT: 5m Nieto (H), 33m Vangioni (Ñ). ST: 11m Araujo (H) y 18m Vangioni (Ñ).

Cambios: PT: 30m Esmerado por Goltz (H). ST: 4m Leandro Torres por Sperdutti (Ñ), 13m Salcedo por Formica (Ñ), 17m Alan Sánchez por César González (H), 28m Donnet por Bernardi (Ñ) y 41m Toranzo por Pastore (Ñ).

Arbitro: Diego Abal

Cancha: Coloso del Parque

Expulsado: ST: 20 Arano (H).

Leonel Vangioni hizo dos goles preciosos. Uno de zurda, desde 30 metros; el otro con derecha, pisando el área y clavándola en el ángulo más lejano. El volante izquierdo, además, las hizo todas bien, tocando y corriendo, siendo el más claro de su equipo. Es por eso que Ñuls no ganó: Vangioni fue el único claro en su equipo. Sus compañeros, por el contrario, jugaron bajo un desorden sostenido, con Pillud perdido en el terreno de juego, Sperdutti y Formica sin gravitar y Armani sólo. Y Huracán, que hace la mitad de las cosas muy bien -las que construye en campo rival- dejó escapar una victoria que tenía consolidada en el marcador por falta de equilibrio: si en ataque se luce, en defensa es poco lo que se puede resaltar que del conjunto de Cappa.

Los partidos pasan y los resultados deseados se alejan del alcance de la mano. Para cualquier entrenador, eso es preocupante. Pero hay algo peor: Ñuls juega cada vez peor. Es que ya ni lo defensivo es un valor, como se vio en las primeras fechas. Y ayer, ante un rival con muchas apetencias ofensivas, como si se trata de Boca o River, no perdió porque por primera vez en su carrera Vangioni tuvo puntería perfecta.

El desconcierto leproso comenzó a manifestarse a galope del toque y toque de Huracán, que en los talentosos pies de Pastore, Nieto y Matías Federico tenía a las corridas a los rojinegros, y desde el inicio. Porque en la primera avanzada, Matías Federico se hizo de un mal pase atrás de Formica, encaró, abrió hacia la izquierda para Nieto, quien definió accidentalmente bien: es que le pegó cruzado y desviado, pero así asistió a Nieto para que la empuje sin resistencia.

Para entender lo grosero de Ñuls en defensa vastó con un errático pase atrás de un volante (Formica) para que Huracán genere una clara situación de gol. Es que la línea de fondo intentó defender bien lejos de Peratta, y como casi nunca dejó en fuera de juego a los puntas rivales, con sólo un pase profundo Huracán quedaba frente al gol.

Ñuls no tuvo sorpresas, apenas si volcaba hombres en el terreno adversario, pero nada más. Por eso la primera aproximación fue de un tiro libre, que cabeceó Insaurralde y Monzón logró despejar.

La pelota andaba por el aire en mitad de cancha, saltó a cabecear Quiroga, y la encontró Vangioni, que desde muy lejos la clavó en el primer palo de Monzón. Sólo un golazo así podía llevar a Ñuls a empatar

el partido.

En el segundo tiempo las cosas para la lepra anduvieron peor. Porque Pillud, de muy mal primer tiempo -las entregó todas mal y no cubrió su lateral-, se vio traicionado por los nervios y no paró con sus macanas, y Huracán no detuvo sus máximas de juego. Pero en el Globo el buen gusto por el juego no es exclusividad de los atacantes. Si Araujo -el mismo que jugara en el parque- se atrevió encarar, tiró una pared, quedó ante Peratta, amagó, y definió como si lo suyo fuera el gol. Otra vez Huracán en ventaja. El equipo de Cappa no se vio perjudicado por la salida de Goltz en el primer tiempo (pidió el cambio por lesión) y tampoco por la expulsión de Arano (dos amarillas por infracciones a Salcedo).

Pero cuando la visita estaba con diez, la lepra ya tenía a Leandro Torres y Salcedo en cancha, cambios que en nada variaron el juego, pero el partido estaba nuevamente igualado. Es que Quiroga se la volvió a tocar a Vangioni, quien enganchó y de derecha la clavó en el ángulo del segundo palo.

Huracán y Cappa desesperaron. El técnico vio la roja por quejarse del mal arbitraje de Abal y el equipo por recibir otra vez la misma lección. Huracán ganó el medio con Bolatti y tuvo la victoria en Pastore (un cabezazo que despejó Peratta y un mano a mano que también le ganó el uno). Pero Vangioni jugó el mejor partido de su carrera y salvó a Ñuls de la derrota.