El notorio malestar de Diego Maradona por el estado en que lució la cancha de River en la última fecha de las Eliminatorias abrió las puertas para que el Gigante de Arroyito sea el escenario donde se disputen los próximos encuentros de la Selección, en especial el que se jugará el 5 de setiembre con Brasil. El propio Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentina (AFA), confirmó ayer que inició gestiones ante la FIFA para que el estadio de Central sea habilitado como sede alternativa de cara al Mundial de Sudáfrica 2010.

El asesor legal canaya, Manuel Usandizaga aclaró que "aún no se ha resuelto nada, pero ojalá se dé". El hijo del presidente auriazul reconoció también que para ello se concrete, por la normativa vigente será necesario colocar más plateas y refaccionar vestuarios. "Haremos las reformas que la selección requiera", garantizó.

El cruce entre Diego y las autoridades de River por el estado de la cancha millonaria se desató antes del partido con Colombia. "Las canchas de Fiorito están en mejores condiciones", dijo el DT argentino. Luego, con la victoria consumada reiteró que el Monumental era "un desastre", opinión que incluso recogió de Lionel Messi al término del encuentro.

Ayer, la Comisión Directiva de River volvió a rechazar las argumentaciones de Maradona e incluso fue más allá al pedirle a la AFA exámenes médicos sobre la salud de Diego, una chicana referida a la adicción a las drogas que supo tener el astro.

En ese marco, Grondona confirmó ayer en diálogo con una radio porteña que inició gestiones ante la FIFA para que el Gigante sea considerado como estadio alternativo al Monumental. El máximo dirigente del fútbol argentino reconoció que el "inconveniente" fue haber "clasificado un solo estadio", River, teniendo en cuenta que las falencias de las demás canchas hubieran causado el rechazo de la FIFA.

En este sentido, Grondona se quejó de los diversos usos que se les dan a los estadios argentinos. "Según el reglamento, las canchas son de pura y exclusiva autoridad de la AFA", recordó por lo que "ningún club puede utilizarlas para otro evento sin la correspondiente autorización".

Pero "las imperiosas necesidades, más los cambios de forma de vida, han dado la oportunidad (a que surjan) estos nuevos eventos (recitales, por ejemplo), en los que se cobran entradas a un precio fuera de lo normal y nadie dice nada. Nosotros (para el fútbol) las cobramos $ 25 y somos todos delincuentes", detalló.

La posibilidad de jugar en el Gigante surgió la semana pasada, luego de que el plantel argentino quedara varado en Ecuador, donde perdió con el equipo local. Trascendió que Verón, Heinze y Mascherano se reunieron para conversar, salió el tema y se lo comentaron a su entorno.

Los motivos por los que se piensa en Rosario son la cercanía de las tribunas con el terreno de juego, lo que haría notar más la localía, y el sentimiento futbolero que existe en la ciudad, donde el equipo nacional sería muy bien recibido.

"Aún no se ha resuelto nada, pero ojalá se dé", dijo Manuel Usandizaga quien reconoció que deberán colocarse más plateas. "Pero haremos las reformas que la selección requiera", agregó.