Su figura de caudillo sigue hipnotizando al hincha de Central. Prueba de la vigencia de su carisma fue la concurrencia del acto organizado por algunos compañeros de Comisión Directiva, donde más de mil canayas se dieron cita anoche en la ochava de Entre Ríos y Salta para pedir al unísono por la vuelta de Horacio Usandizaga a la presidencia de Central. "Yo quiero tanto a Central que lloro hasta por perder un partido", confesó el Vasco, al brindar un discurso en la vía pública que tuvo rasgos de mitín político. Usandizaga regaló frases grandilocuentes y se hizo desear. Porque recién luego de media hora de encendida verba pronunció las palabras que se esperaban de él: "Sí, voy a volver", prometió Usandizaga. "Pero voy a necesitar que mi hijo (Manuel Usandizaga) siga trabajando conmigo", añadió.

"Usandizaga no abandona, Usandizaga es de Central", bramaban los hinchas auriazules en la esquina del domicilio del presidente mientras esperaban por la aparición del Vasco. Ya eran más de mil los canayas reunidos, cuando apareció la figura de Usandizaga en la puerta del edificio. A algunos metros lo esperaba el micrófono para dirigirse a quienes fueron a pedir por su continuidad al frente de la entidad. "Ustedes saben que tomamos un club que estaba al borde de la quiebra. Logramos recuperarlo económica e institucional, nos falta lo más arduo, que es lo deportivo", reseñó el Vasco ante los hinchas.

"Echalo a Viliguer, que es amigo de Sauan, se robaron todo", vociferó un simpatizante. El Vasco recogió la inquietud, y se expresó sobre los desencuentros mantenidos con el vicepresidente por la contratación de Miguel Russo: "Yo les dije que a Russo no se le podía pagar lo que pedía. Yo no estaba dispuesto a hipotecar el club por un contrato. Me tomé licencia por unos problemas de salud y ellos decidieron ofrecerle a Russo el contrato que pidió. No estoy dispuesto a hacer eso porque significaría volver al pasado".

El Vasco hizo un repaso detallado de su gestión en el club y luego entregó detalles de la cena que compartió semanas atrás con el técnico de la polémica. "Me dijo que quería seguir en el club, aunque me pidió hablar después de la promoción. Yo le dije que sea cauto en lo que iba a pedir porque Central no está bien económicamente. Y luego nos pidió 1.200.000 para firmar".

Los hinchas disparaban insultos contra "los periodistas coimeros", cuando el Vasco pronunció la frase anhelada: "Sí, me voy a quedar; mañana (por hoy) vuelvo", enfatizó el presidente, que desde hoy, entonces, se abocará por encontrarle sucesor a Russo en la dirección técnica debido a que ayer Edgardo Bauza pidió un dinero que la tesorería auriazul no puede afrontar.

Aumentan así las chances de Mario Alberto Kempes, dado que el pasado jueves Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, le sugirió al Vasco, vía telefónica, contratar al Matador para la próxima temporada. Ninguno de los directos abonan la opción de Kempes, quien es empleado de la entidad en su carácter de "embajador itinerante". Algunos intentarán convencer al Vasco para contratar los servicios de Astrada mientras otros inversores hacen lobby por la dupla que componen Gregorio Pérez y Barros Schellotto. Pero la decisión será de Usandizaga.