0 River: Vega; Sánchez, Ferrero, Quiroga; Affranchino; Almeyda, Abelairas; Ortega, Mauro Díaz; Canales, Villalva, DT: Leonardo Astrada.

1 Ñuls: Peratta; Alayes, Schiavi, Insaurralde; Díaz, Bernardi, Mateo, Estigarribia; Formica; Achucarro, Núñez. DT: Roberto Sensini.

Gol: ST: 6m Achucarro (Ñ).

Cambios: ST: Desde el inicio Sperdutti por Cristian Díaz (Ñ), 13m Funes Mori por Canales (R), 25m Juan Antonio por Mauro Díaz (R), 28m Boghossian por Núñez (Ñ), 35m Dening por Achucarro (Ñ) y Ludueña por Affranchino (R).

Arbitro: Gabriel Favale

Cancha: River

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Las dudas que aparecieron en Ñuls con las últimas derrotas estaban a riesgo de transformarse en crisis deportiva. Es que ayer la lepra tenía que enfrentar a uno de los tres equipos más débiles de la temporada: River. Y fue precisamente ante el millonario donde el equipo se reencontró con la victoria, tan necesaria para mantenerse en zona de clasificación a la Sudamericana como para que Roberto Sensini aleje las críticas que se cernían sobre su figura. Terminó sufriendo la lepra por no saber definirlo, aunque a Peratta nunca lo comprometieron. El sábado ante Chacarita volverá Leonel Vangioni, pero estarán suspendidos Marcelo Estigarribia y Juan Insaurralde.

Lo que hizo Ñuls en la primera parte se acercó a las pretensiones del entrenador solo por algunos minutos, más precisamente desde el arranque del encuentro, donde las nuevas caras que mostraba River no podían asumir la responsabilidad. En ese lapso se vio lo mejor del rojinegro en ataque, con Estigarribia (llegó a cinco amarillas y no jugará el sábado ante Chacarita) mucho más participativo que Achucarro (uno jugó por izquierda, el delantero lo hizo por derecha), y donde a veces se integraba al juego colectivo Formica.

Lo que no podía resolver la lepra eran sus acciones dentro del área, incluso a pesar de los claros miedos del fondo millonario, a veces por fallar en el último pase, o no poder dominar la pelota, como le ocurría a Núñez cada vez que le dieron protagonismo. Por eso en el repaso de las situaciones, solo de corner el rojinegro preocupó a Vega, y en una corrida de Achucarro que el uno de River despejó cuando el guaraní buscó el pase atrás.

Aquel tenue dominio fue menguando a medida que los esfuerzos que se hacían no se iban traduciendo en mayor agresividad ofensiva y en River crecían las apariciones de Ortega y Villalva. El Burrito inyectó fervor en las tribunas con dos enganches, improductivos en el campo de juego, pero fructíferos para despertar a sus hinchas. Mientras que el juvenil pisó el área en dos ocasiones con marca leprosa enclenque.

Pero como le ocurrió a Ñuls, River tampoco era claro en los metros finales. Los millonarios dependían de la velocidad de Mauro Díaz, que estrelló un remate desde 30 metros en el travesaño, algún destello de Ortega y las proyecciones con pelota al pie de Villalva. Esas frágiles cualidades le alcanzaron a los dirigidos por Astrada por terminar la primera parte con mejor imagen, ante un Ñuls que en los últimos 20 minutos no pisó el campo del conjunto rival.

Fue por eso que Sensini en el entretiempo intentó animar al equipo con la inclusión de Sperdutti por Cristian Díaz, a fin de darle al ataque otra opción para inquietar al fondo millonario. Y llegó al gol Ñuls, aunque no precisamente como consecuencia de la modificación: Achucarro sorprendió a Vega con un tiro por elevación, ejecutado cuando se caía al piso, al recibir la pelota de rebote por un disparo de propio guaraní.

El tanto puso en situación más cómoda a Ñuls, porque acondicionó la línea para jugar de contragolpe y se plegó más cerca de Peratta. Cedió la pelota el rojinegro y así florecieron todas las limitaciones que padece el plantel millonario. Es que se cansó Ortega, a los chicos las exigencias que bajaban de las tribunas le quitaban libertad, y encima la lepra amenazaba en cada avance. Como no lo definió --tuvo una clara Boghossian-- no tuvo más que contar hasta los últimos segundos para volver a festejar una victoria.