Aunque la relación entre los presidentes de Central y Ñuls es solo en el plano formal y surge ante exigencias públicas como las que amerita la organización de un clásico, ayer Horacio Usandizaga y Guillermo Lorente se reencontraron en la delegación de Gobernación para coordinar con autoridades policiales y funcionarios provinciales detalles del operativo de seguridad, ocasión en las que ambos dirigentes coincidieron en que "el partido se juegue en paz". La policía dispondrá de un helicóptero para el operativo en el que intervendrán 1200 efectivos. "A los hinchas hay que decirle que queremos un clásico sin incidentes", exhortó el Vasco, ruego al cual se sumó su par rojinegro: "Tenemos la oportunidad de demostrarle al mundo que nuestro clásico es distinto en todo sentido", rescató Lorente.

Convocados por el secretario de Seguridad de la provincia Horacio Ghirardi, y acompañados por Osvaldo Toledo, jefe de policía de Santa Fe, Usandizaga y Lorente volvieron a verse las caras ayer para acordar la organización del clásico del domingo en el Gigante, oportunidad donde ambos dirigentes enfatizaron la necesidad de que no se produzcan incidentes. "Lo que hay que transmitir a nuestros hinchas es que es un partido de fútbol, que se puede ganar, perder o empatar y que la violencia tiene que estar ajena al partido", subrayó Usandizaga.

A su parte, Lorente expresó: "La violencia en el fútbol es una preocupación mundial, creemos que esto es muy importante para demostrar que uno está comprometido para que no pase nada malo. El domingo la ciudad tiene la oportunidad de mostrarle al mundo que este clásico es distinto, que se vive de una manera muy particular".

Por primera vez en un clásico la policía dispondrá de un helicóptero para observar los movimientos del público, en un operativo que contará con 1200 efectivos, puesto que participará también personal de las Tropas de Operaciones Especiales y la ex Drogas Peligrosas.