Jueves, 20 de mayo de 2010 | Hoy
DEPORTES › CENTRAL JUGó MAL PERO SE TRAJO UN EMPATE VALIOSO ANTE ALL BOYS
Los de Floresta estuvieron a la altura de un equipo de la máxima categoría. En cambio, Central se aproximó a la dimensión del fútbol que caracteriza al Nacional B. El domingo, la revancha: al "canaya" le alcanza con empatar para seguir en la A.
Por Alejo Diz
1 All Boys: Nicolás Cambiasso (6); Vella (6), Fayart (5), Ferrari (5), Soto (5); Coudannes (6), Fernando Sánchez (7), Vieytes (6); Pérez García (6); Torassa (6), Matos (7). DT: José Romero.
1 Central: Galíndez (6); Danelón (4), Braghieri (4), Burdisso (5), García (4); Chitzoff (4), Paglialunga (5), Rivero (6), Ambrosi (4); Figueroa (3), Caraglio (3). DT: Leonardo Madelón.
Goles: PT: 14m Matos (AB). ST: 45m Burdisso (C).
Cambios: ST: Desde el inicio Gómez (5) por Ambrosi (C), 16m Campodónico por Torassa (AB), 25m Carrizo por Chitzoff (C), 29m Zelaya por Caraglio (C), 32m José Gómez por Pérez García (AB) y 44m Solchaga por Matos (AB).
Arbitro: Diego Abal.
Cancha: All Boys.
Revancha: Domingo a las 20 en el Gigante.
All Boys respondió a las expectativas de su gente jugando el partido que le pedían para sostener hasta el domingo el sueño del ascenso. Los de Floresta estuvieron a la altura de un equipo de la máxima categoría. Pero para ver al local tan cerca de la expresión deportiva que se necesita para llegar a la elite nacional fue necesario que Central se aproxime a la dimensión del fútbol que caracteriza al Nacional B. El "canaya" pareció mucho más un equipo de inferior categoría que All Boys un plantel de la A. Fue un jugada de pelota parada, en la última del partido, lo que le dio al auriazul el punto que le devolvió la fe a los hinchas cuando ya todos pensaban lo peor.
No hubo un remate al arco de Central en todo el primer tiempo. Cuando intentaba atacar, casi por compromiso, quienes llevaban la pelota eran Chitzoff y Danelón. La falta de creación de juego obligó al "canaya" a jugar todo el primer tiempo bajo dominio de All Boys. Central se armó detrás de su campo porque su objetivo era sostener el arco invicto. Eso que valorizaba quedó trunco al cuarto de hora de juego, cuando Matos ganó por detrás de todos en un centro pasado y marcó el gol de cabeza.
Por los nervios se equivocaban hasta Braghieri y Burdisso. Con la presencia firme en la marca de Fernando Sánchez, las corridas veloces de Torassa, y todo un mediocampo con atención para coordinar movimientos, los albinegros fueron soltando su juego y construyendo una actuación que pocas soñaron ver. Solo el chico Rivero escapaba a la mediocridad visitante.
Era rehén Central de sus especulaciones, más aún cuando se encontró en desventaja, donde debió profundizar un aspecto del juego que hace muy mal: atacar. Figueroa recibía la pelota más cerca del círculo central que del área y Caraglio estaba lento y parecía correr hacia atrás. Central transmitía angustia, con Danelón tirando centros fuera de la cancha, de dimensiones reducidas, y claramente temeroso que aparezca el segundo gol de All Boys.
Madelón se equivocó en el armado del equipo, pero supo reaccionar a tiempo al echar mano a lo que tenía para rediseñar el equipo y armar una formación que pudiera pensar en el arco rival. Ingresó Gómez, luego Carrizo y más tarde Zelaya. Al menos así Central respondió a la asfixia del local y se alejó de lo hecho en el primer tiempo, que de haberse prolongado indudablemente hubiese llevado al canaya al peor escenario.
Al menos con Gómez en cancha Central tiró un disparo al arco y Caraglio casi llega a quedar mano a mano con Cambiassi. Carrizo le añadió un poco de circulación de pelota y en desesperación por encontrar espacios Paglialunga terminó jugando de mediapunta por izquierda. Con eso el canaya salió de su campo y contó con algunos tiros libres interesantes, resueltos sin trascendencia, pero que sirvieron para ver al equipo de Madelón atendiendo tareas ofensivas.
Pero All Boys, que no evidenció ninguna diferencia física con Central y sí soportó dudas defensivas con algunos pelotazos cruzados, perdió fervor en el segundo tiempo, yendo a jugar el partido algunos metros atrás para atacar de contragolpe. La pelota ya no le pertenecía al local. Le anularon un gol a Matos, en posición dudosa, Torassa perdió precisión y Pérez García nunca largó el balón a tiempo para sus delanteros.
Con el triunfo los dirigidos por Romero daban por cumplidos los objetivos. Había camisetas al aire en las tribunas cuando Burdisso ganó por arriba un tiro de esquina y marcó el inesperado empate, que obliga ahora a All Boys a ganar en el Gigante para mandar a Central a la B. Aunque el temido final para los auriazules solo será posible si los dirigidos por Madelón repiten casi todo de lo hecho ayer.
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